por: María Alejandra Díaz Marín
El imperialismo construyó un Leviatán de dominio social y fronteras territoriales jerárquicas. El imperio contrariamente no establece ningún centro de poder, ni barreras o fronteras, de identidades híbridas, jerarquías flexibles e intercambios plurales, redes adaptables, sin colores distintivos, fusionados en el arco iris global imperial (Negri).
Con la FED crearon una instancia de colonización y plataforma para vaciar repúblicas y ante el inminente cambio de era, con el acuerdo entre China, Rusia y USA para implantar un sistema monetario basado en blockchain, zafándose de ellos, se resisten e intentan mutar, refugiándose en otros actores: ONU, OMS, Gafat, farmacéuticas, ONG.
Escondiendo que la globalización como guerra continúa y mutó de imponer la superioridad económica militar a establecer desde esas instancias criterios morales y pseudo científicos que perfora y disuelven las naciones.
Coronavirus, terrible impostura que oculta el plan global de reimponer la pacificación desde el cadáver insepulto de la ONU. Aplanamiento de la tecnocracia de corporaciones privadas, poder híbrido de apariencia neutral que intenta evitar nos defendamos en alianza con el otro.
Imponernos paradigmas del neo imperium tecnocrático/sanitario/ ambiental en contra de los pueblos, de su territorialidad, su potencial para resistir y defenderse, es la confrontación soterrada que hoy debe resolverla humanidad.
Emboscada coordinada por el imperio real corporativo y religioso, induciendo el pánico y asaltarnos e instalar el nuevo orden mundial soñado por Kissinger, Rockefeller y Rothschilds.
¿República o imperium? ¿Soberanía que reside en los pueblos o en instancias autoproclamadas en autoridad mundial erigidas en el neo leviatán totalitario? No permitamos se nos imponga la ley patriota global del imperio del terror, el miedo y desmovilización popular.
María Alejandra Díaz Marín
