Luego de más de 10 días de protestas contra las políticas del Gobierno, el primer ministro del Líbano Saad Hariri, renunció a su cargo, lo que implica la instalación de un nuevo Ejecutivo.
«Me dirijo al palacio Baabda para presentar solicitud de dimisión del Gobierno ante el presidente Michel Aoun para cumplir la voluntad de numerosos libaneses», expresó Hariri.
El ex primer ministro alegó que trató de encontrar una solución a la crisis y escuchar las necesidades del pueblo, pero llegó a un callejón sin salida.
Los libaneses iniciaron una jornada de protestas desde el pasado 17 de octubre, luego que el Gobierno asignara un impuesto a las llamadas realizadas por redes sociales.
Sumado a las acusaciones de corrupción que llevaron al país a una crisis económica. Es por eso, que el funcionario afirmó que se necesita un choque positivo para resolver la situación.