Recientemente, la Oficina Nacional de Estadística (ONS) informó que, la escasez de alimentos básicos en la alimentación británica, contribuyó a un sorprendente aumento de la tasa general de inflación. Desde finales de 2022, el Gobierno de Reino Unido admitió que el país entró en recesión y anunció un plan de austeridad para solucionar la crisis económica.
Sin embargo, la difícil situación empeoró este año en dicha nación, hizo que sus ciudadanos consumieran productos vencidos. Igualmente, impidió la compra de suministros médicos y dificultó el acceso sanitario.
“Más de una quinta parte de los británicos consume productos caducados, debido a la creciente inflación de los alimentos. Además, una cuarta parte de los jóvenes que toman medicamentos de prescripción médica de pago, utilizan menos medicamentos para ahorrar dinero”; informó el ente oficial.
La ONS también reveló que 16% de los adultos sufren inseguridad alimentaria, lo que significa que no pueden comprar una dieta adecuada para comer sano.
Por su parte, la empresa Bloomerang aseguró que, las malas cosechas en Europa del Sur debido al frío, sumado al elevado costo del servicio eléctrico, hace muy costosa la producción agrícola fuera de temporada. Esto debido a que los invernaderos británicos consumen muchísima energía.
Protestas por mejora salarial
Por su parte, en el centro de la empresa Amazon en la ciudad de Coventry, los trabajadores exigieron un aumento de sueldo ante la inflación, este viernes. La huelga se podría extender a otras 5 plantas en Inglaterra, asegura la prensa local.
Recordemos que en enero, los empleados de Amazon protagonizaron el primer e histórico paro de trabajadores de la multinacional estadounidense en el Reino Unido.
Los colaboradores del gigante del comercio electrónico también demandaron una mejora de las condiciones laborales abusivas: Denuncian turnos semanales de 60 horas por el salario mínimo. Estas tareas excederían la capacidad física. También criticaron la escasez de baños, entre otras.
La inflación en los alimentos supera en algunos casos el 20 % mientras que el Gobierno y las empresas sólo ofrecen aumentos salariales del 5 %.
En este sentido, varios sectores se encuentran afectados de manera crítica, por lo que se han tenido que ajustar salarios; como es el caso de los conductores de ómnibus de Londres o las trabajadoras de la salud. Quienes ganaron aumentos significativos, aunque no efectivos del todo, tras semanas de huelgas y piquetes.
