En medio de la pandemia mundial de covid-19, en ciudades como Medellín (Colombia), autoridades locales, fundaciones y personalidades como el reguetonero J Balvin han repartido bolsas de comida a la población en comunidades vulnerables, algo parecido a la labor que ejecuta el gobierno venezolano con el programa de alimentación vilmente atacado, burlado y vilipendiado: Comités Locales de Abastecimiento y Producción, mejor conocido como CLAP.
El diario El Tiempo de Colombia reportó el pasado 21 de abril que tras varios días de protestas por la falta de ayuda alimentaria de parte del Estado, familias del occidente de Medellín recibieron específicamente almuerzos y mercados.
En el país que gobierna Iván Duque, quien aseguró que los venezolanos emigran a Colombia luego de «pasar hambre» en Venezuela y además aseveró que el presidente Nicolás Maduro se burla del hambre del pueblo, también se reparten bolsas de comida al estilo CLAP, pero eso sí con el impulso de organizaciones no gubernamentales y la solidaridad de la misma gente y no precisamente de su gobierno.
«Del niño de Medellín para mi gente»
Según informó el portal de noticias Colombia Me Gusta, el cantante de música urbana J Balvin «el niño de Medellín», tal como se lo apoda, entregó mercados a las familias más vulnerables de la ciudad de los «trapos rojos», pues la crisis por el coronavirus en el país, ha dejado a cientos de familias en la ciudad de Medellín, sin una opción para conseguir sus alimentos diarios.
Además el medio informó que a través de la iniciativa «Donatón por Medellín», Balvin donó 20 mil mercados que fueron repartidos entre las familias en condición de vulnerabilidad de muchos de los barrios de Medellín.
J Balvin le dejó a cada familia una hoja pegada a las bolsas de alimentos con la frase: “Del niño de Medellín para mi gente”.
La gestión humanitaria por lo menos se ha visto en ciertas figuras públicas de Colombia como J Balvin a diferencia de los cientos de «artistas» venezolanos que critican sin medir las políticas sociales en favor de la gente, pero no se manifiestan para tan siquiera aportar algún beneficio a las comunidades.
La ciudad modernizada sin alimento
Debido al confinamiento, miles de familias antioqueñas han paralizado sus fuentes de ingreso, provenientes específicamente del comercio informal. La ciudad de Medellín, la más nombrada por Duque para hacer propaganda política debido a su elevado nivel de modernización, es una de las más necesitadas.
Incluso, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, anunció en días pasados la entrega de 10 mil mercados para la ciudad, el cantante Juanes donó 780 mercados, otros como el humorista Suso El Paspi entregó 5 millones de pesos y el reguetonero Wolfine consignó 10 millones de pesos más.
¿Una especie de CLAP?
La respuesta es no. Ni en forma ni en fondo estas acciones se asimilan a los CLAP, comités que con una estructura previamente organizada con vocerías del poder popular buscan paliar los efectos de la guerra económica y de las mal llamadas «sanciones», a través de la entrega mensual de alimentos y jornadas populares a bajos costos, un programa dirigido por el gobierno nacional que también busca la autogestión comunitaria y sobre todo: la producción.