Por tercer día consecutivo, las calles de Los Ángeles se encienden en rechazo a las políticas migratorias del presidente Donald Trump. A pesar de la movilización de la Guardia Nacional y la fuerte represión, las manifestaciones persisten.
Por ello, las autoridades declararon el centro de Los Ángeles zona de reunión ilegal. Según informan medios internacionales la policía ha utilizado granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersas a la multitud y realizado detenciones con reportes de violencia.
El domingo, el presidente estadounidense envió a unos 300 miembros de la Guardia Nacional para dispersar a la multitud y amenazó con enviar a 2 mil miembros más si las manifestaciones no llegan a su fin.
A través de sus redes sociales, el jefe de Estado, aseguró que la ciudad de Los Ángeles está “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales”. En este sentido, señaló que las protestas por las redadas masivas solo fortalecen su determinación de continuar con las deportaciones.
”Estos disturbios sin ley sólo fortalecen nuestra determinación. Estoy ordenando a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristy Noem; al secretario de Defensa, Pete Hegseth y a la fiscal general, Pam Bondi, que tomen todas las medidas necesarias para liberar a Los Ángeles de la invasión de inmigrantes y, poner fin a estos disturbios de inmigrantes”, escribió Trump en su red social Truth Social.
Además, una orden presidencial autoriza el uso de “Fuerzas Armadas regulares según sea necesario” para enfrentar las protestas.
Retiro de tropas
Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, solicitó formalmente a la administración Trump que rescinda su “despliegue ilegal de tropas” en el condado de Los Ángeles.
“No teníamos un problema hasta que Trump se involucró. Está es una grave violación de la soberanía del Estado, inflamando tensiones mientras sacan recursos de donde realmente se necesitan”, dijo Newsom.
Es importante destacar que las protestas comenzaron el pasado viernes en las ciudades de Paramount y Compton, en el condado de Los Ángeles, California, luego de que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) realizaran redadas migratorias y detenciones por acusaciones de violar las leyes de inmigración.
Este domingo, una multitud cerró la autopista 101 de Los Ángeles y detuvo el tráfico en ambos sentidos. Los protestantes, además, lanzaron piedras y otros objetos a los cuerpos de seguridad que se encontraban en el lugar. Por este hecho, unas 60 personas fueron detenidas, informó el jefe del Departamento de la Policía, Jim McDonnell.
Rechazo
Mientras que, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó las redadas contra migrantes en EE.UU., calificando la situación como “inaceptable”. En este sentido, reiteró su apoyo a los connacionales, conformando que hasta el momento 35 mexicanos han sido detenidos.
Entretanto, Sheinbaum, destacó que la migración no debe abordarse con “redadas ni con violencia”, sino a través de un diálogo que conduzca a una reforma migratoria integral. Hizo un llamado a La Paz y la no violencia en las manifestaciones.