Por: Mercedes Chacín
Les recuerdo a los incrédulos, a los que les encanta burlarse del Gobierno de Maduro, pero que son más chavistas que Chávez, que los mercenarios se convirtieron en una corporación hace tiempo, que las matanzas se empezaron a registrar en notarías y se pagan con transferencias, que las guerras ya no son con marines, son con mercenarios y drones apoyados por la industria cultural gringa que domina la mente de gente como ustedes, que bajan la guardia o que nunca han estado en guardia.
Les recuerdo a los incrédulos, a los que les encanta burlarse del Gobierno de Maduro, pero que son más chavistas que Chávez, que realmente donde lavan cerebros no es Cuba ni en Rusia; los lava cerebros son los que hicieron llegar al poder a personas misóginas, supremacistas, racistas y xenófobas como Trump y Bolsonaro. Que el imperio lava cerebros desde la segunda guerra mundial y ese año el mundo se repartió y hasta la desaparición de un país, Palestina, formó parte del botín. Y eso no importó.
Les recuerdo a los incrédulos, a los que les encanta burlarse del Gobierno de Maduro, pero que son más chavistas que Chávez, que ejércitos de mercenarios entraron a Irak y destruyeron ese país con la excusa de unas armas de destrucción masiva que se supo bastante rápido que no existían. Y eso no importó.
Les recuerdo a los incrédulos, a los que les encanta burlarse del Gobierno de Maduro, pero que son más chavistas que Chávez, que después que le robaron al pueblo Libio casi trescientos mil millones de dólares, casi al mismo tiempo que empezaron a entrar unas «fuerzas rebeldes» por aire mar y tierra a Libia y destruyeron la país y asesinaron a Gadafi. Y eso no importó.
Les recuerdo a los incrédulos, a los que les encanta burlarse del Gobierno de Maduro, y que son más chavistas que Chávez, que en Siria pasó lo mismo. Y lo mismo seguirá pasando en cualquier lugar del mundo que les parezca porque de eso vive el capitalismo.
Les recuerdo que no llegan en portaaviones, pero los portaaviones están cerquita, y si llegan con la «misión» de liberarnos, y no los detectamos, pronto empezaran las bombas y el terrorismo en nuestro suelo y en nuestro cielo.
Les recuerdo a los incrédulos, a los que les encanta burlarse del Gobierno de Maduro, que son más chavistas que Chávez, que Nicolás no es director de cine y que esto no es una película que en tiempo real, no. Es imposible poner de acuerdo a los narcos, a los gringos, a los mercenarios, al dueño de la empresa de mercenarios, a Cliver, y a Patricia Poleo. Una guevona, ni Spielberg ni Stone juntos tendrían ese poder de convocatoria. El pueblo venezolano si escribe el mismo guión y nosotros mismos nos dirigimos y somos los protagonistas y los extras, todo. Y esto es lo que importa.
No permitan que los pudra el enemigo.
Sigamos.