El dirigente político de la oposición, Henry Ramos Allup, afirmó que considera improbable que el gobierno de Estados Unidos se atreva a invadir Venezuela. En este contexto, hizo un llamado a mantener la paz en el país. Sus declaraciones llegan en un momento de crecientes amenazas y tensiones en la región, en particular tras un mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe.
El expresidente de la Asamblea Nacional, también resaltó la importancia de la lucha del gobierno nacional contra el narcotráfico. Afirmó que este es un objetivo compartido por todas las partes y que no debe ser motivo de confrontación. «Ninguna situación debe descentralizarnos», indicó, dando a entender que los venezolanos deben mantenerse unidos. Según él, el gobierno de Estados Unidos solo está en el Caribe para combatir el narcotráfico, y el mismo gobierno venezolano ha dicho que es necesario combatir este flagelo. «A mí me parece muy bien», continuó Ramos Allup.
Aunque Ramos Allup minimizó la posibilidad de una invasión, sus palabras reflejan la profunda preocupación que existe en el país por la escalada de la retórica belicista. El despliegue de barcos y aeronaves militares estadounidenses en el mar Caribe, bajo la supuesta justificación de la lucha contra el narcotráfico, ha generado inquietud. Muchos analistas y líderes políticos en Venezuela ven estas maniobras como una forma de presión para desestabilizar al gobierno y forzar un cambio político.
El mensaje de Ramos Allup subraya la necesidad de un enfoque pacífico para resolver las diferencias políticas. «Nosotros no queremos guerra, no queremos invasiones, sanciones. Lo que queremos es paz», agregó.
Esta declaración contrasta con la postura de algunos sectores de la oposición que han pedido una intervención extranjera para solucionar la crisis del país. Su llamado a la calma y a la unidad es un intento de desescalar la tensión, y subraya la importancia de evitar una confrontación militar.
Finalmente, la postura de Ramos Allup se suma a las voces que piden prudencia y sensatez en un momento crítico. En lugar de ceder a la confrontación, el líder político busca un camino de diálogo y respeto, priorizando la paz y la estabilidad por encima de todo. En definitiva, su declaración es un recordatorio de que las amenazas no deben ser el camino a seguir.