El escritor y analista político, Ignacio Ramonet, participó en la reunión del ALBA-TCP sobre economía post pandemia, con una reflexión de cierre que aporta a este debate para los gobiernos y pueblos de América Latina y el Caribe.
En principio, planteó que la pandemia es sólo una fase de la crisis general. Ramonet identifica que esta crisis tiene tres tiempos: tiempo sanitario (problemas planteados en temas de salud), tiempo económico (consecuencias económicas de la pandemia y medidas para combatirla), tiempo político y social (elecciones, movimientos sociales). En EE.UU. ya están en el tercer tiempo con las luchas contra el racismo que se han activado.
Por otra parte, señaló que la crisis económica está teniendo dimensiones desconocidas, comparables con la crisis de 1929, la gran depresión, porque esencialmente a nivel mundial se produce una crisis en los 3 polos de desarrollo del mundo: el primer polo China, Japón y Corea del Sur (países desarrollados de Asia), el segundo polo Unión Europea y el tercer polo Norteamérica y Canadá, como países afectados por la crisis sanitaria y ahora por la crisis económica.
Además indicó que se está presentando una crisis de la oferta por falta de producción y crisis de la demanda porque miles de millones de personas han estado encerradas en sus casas. Esta doble crisis de oferta y demanda no se había producido en el mundo sino en períodos de guerra donde además no era una situación global.
Con esto se ha provocado un aumento del desempleo colosal, en EE.UU. se habla de más de 40 millones de personas y en distintos países se habla de una caída entre 12, 20 y 30% en el caso de España y sumado a esto la caída del Producto Interno Bruto (PIB).
¿Como se plantea esta situación en los países del Sur?
Para muchos países del Sur se derrumban los 3 rubros principales de ingreso: exportaciones del suelo o subsuelo, remesas de emigrantes y turismo (una de las industrias más afectadas por la crisis por cierre de fronteras e inmovilidad de transporte). Los capitales de los países del Sur han huido al norte provocando un derrumbe en el valor de sus monedas junto a un aumento del precio de las importaciones. En conclusión, una crisis inédita.
Ante esta situación planteó que los países del Sur deberían unirse para reclamar dos cosas: la condonación de la deuda exterior (anularla como lo planteó Fidel Castro porque ya está pagada por la mayoría de los países, o al menos reducirla); y la suspensión de las sanciones contra Cuba, Venezuela, Nicaragua «debe ser una reclamación internacional».
Por último, es importante relanzar el proyecto de soberanía alimentaria como lo defendió el presidente Chávez, como insistió en ello el Comandante Fidel Castro. Es necesario que los países tengan soberanía alimentaria, que no dependan para su alimentación del exterior.
Asimismo, llamó a inspirarse del ejemplo de Vietnam que ha conseguido después de una guerra tan larga ser un país no sólo con soberanía alimentaria sino con gran capacidad de exportación. Finalmente, los países del ALBA-TCP deben fortalecer su alianza para más que nunca establecer lazos de ayuda mutua en términos de servicios públicos de salud que han demostrado su fuerza en esta crisis Cuba, Venezuela, Nicaragua; países que han tenido los mejores resultados de América Latina y el mundo.