Tras los ataques terroristas, en las afueras del aeropuerto de Kabul, Capital de Afganistán, que hasta el momento se contabilizan 95 muertos y 150 heridos; un grupo terrorista del Estado Islámico, llamado ISIS-K se adjudica dichos ataques suicidas. ISIS-K, ya había sido considerada en el 2018, como una de las primeras organizaciones terroristas más mortíferas del mundo.
En este sentido, Afganistán no deja de vivir el caos tras la rápida toma del control por parte de los talibanes. Después de casi dos semanas con una gran multitud de personas en el aeropuerto de Kabul, apresurados en salir del país, hace solo 3 días; los talibanes prohibieron el paso de afganos al aeropuerto. Autorizando solo el acceso de extranjeros, y a quienes habían colaborado con EE.UU., durante las dos décadas de injerencia en el territorio afgano.
Cabe destacar que, luego de dichos ataques suicidas, por parte de ISIS-K, los talibanes salen al paso, culpando a EE.UU., ya que eran los responsables de la seguridad en esa área del aeropuerto de Kabul, donde llevaban a cabo la misión de evacuación. Por otra parte, el grupo terrorista autor de los atentados, ya había estado en desacuerdo con las conversaciones de paz que tenían los talibanes con EE.UU., donde se llegaban a acuerdos para la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, considerando esto como una traición a la causa yihadista.
Actualmente, EE.UU. estudia las posibilidades de respaldar a los talibanes, para llevar a cabo ataques aéreos en contra del grupo terrorista del Estado Islámico de Josarán.
¿Qué se sabe de ISIS-K?
ISIS-K, Estado Islámico de la provincia de Jorasán, rama del grupo yihadista, es una organización terrorista, formada en el año 2015 por talibanes que se habían alejado del grupo. El Estado Islámico de Jorasán, fue fundado con bases más extremas del islam, que la de los talibanes. La definición geográfica de la provincia de Jorasán (La Tierra del Sol), abarca parte de los territorios de Irán, Afganistán y Pakistán; ignorando así las fronteras internacionales.
ISIS-K, ha llevado a cabo ataques terroristas devastadores, contra civiles en Afganistán y Pakistán, y cientos de enfrentamientos con las fuerzas militares afganas. En el 2018, EE.UU. bajo el gobierno de Donald Trump, había aprovechado el alto al fuego hacia los talibanes, anunciado por el gobierno afgano, para concentrar sus fuerzan hacia el Estado Islámico de Jorasán.
«Si los talibanes aprovechan al máximo el alto el fuego en beneficio del pueblo afgano, entonces muchos de los activos de vigilancia que tenemos pueden reorientarse al ISIS-K, a Al-Qaeda y otros terroristas extranjeros que no tienen en primer lugar, estar en Afganistán», dijo Jim Mattis, quien era Secretario de Defensa de EE.UU. en ese momento.
