Nuevamente los ostentosos gastos de los representantes de la derecha venezolana quedan expuestos y en tela de juicio, luego que revelaran el costo del reciente viaje del excandidato presidencial, Edmundo González, a Guatemala el cual llegó a la suma de 120 mil dólares, lo que se pregunta la opinión pública es, ¿Quién financia estos lujos?
De acuerdo al periodista Vincenzo Caruso, detalló los altos costos de la gira que emprendió González en la región para atacar a Venezuela.
Edmundo González aterrizó este martes en Guatemala, pero lo particular de su llegada es que pagó 120 mil dólares para arribar en un avión matrícula dominicana HI1111, propiedad de la empresa Air Century.
Air Century es una compañía que pertenece al empresario dominicano Omar Chahin, quien es señalado por su sus vínculos con el narcotráfico entre República Dominicana y Haití.
Además, apareció en la lista de los Panamá Papers, por estar relacionado con estructuras financieras offshore.
Sin embargo estos exorbitantes gastos no quedan en Guatemala, ya que el periodista afirmó que la cifra aumentará porque luego el dirigente opositor viajará a Costa Rica.
¿Cómo se financia Edmundo González?
El periodista cuestiona la legalidad en la relación que existe entre González y el empresario Chahín, ya que el alquiler de esta aeronave demuestra los vínculos que podría tener el opositor con actividades irregulares.
Porque así como acusan a Chahin de utilizar su posición en la aviación para llevar acabo actividades de narcotráfico, a Edmundo González el Gobierno nacional también lo ha vinculado con paramilitares colombianos y grupos de extrema derecha para perpetrar acciones violentas en Venezuela.
«La extravagancia de estos traslados no solo evidencia un nivel de gasto difícil de justificar, sino que también despierta sospechas de que el financiamiento proviene de recursos ligados al narcotráfico o a redes criminales transnacionales», precisó el comunicador en su artículo de opinión.
Para finalizar, Caruso aseveró que el lujoso vuelo de Edmundo González a Guatemala y la conexión con Chahin refuerzan la percepción de estos movimientos no son desplazamientos personales, sino que pertenecen a un esquema más amplio con implicaciones potencialmente delictivas.
