El hombre volvió de su Tour y entró como el ciudadano común que es, pero definitivamente él quería que lo metieran preso, para alimentar el show que tiene montado, pero como eso ni nada se le da, no le quedó de otra que hacer lo único que sabe: fabricar mentiras.
La infructuosa llegada de Juan Guaidó al aeropuerto de Maiquetía, dejó clara su posición en el tablero político de Venezuela, que en evidente desventaja lo obliga a usar fórmulas poco éticas para levantar su imagen.
Ante carencia de argumentos y el rechazo de las mayorías ¿Qué le queda a Guaidó? Inventar un secuestro, sacar una cédula chimba y cuando se cree que no puede haber algo peor, se inventan el cuento de una avioneta con oro y hasta juegan con temas tan delicados, como la violencia de género, para desviar la atención de los hechos verdaderamente trascendentales.
La avioneta fantasma
El domingo 16 de febrero, fue reseñada la detención de una avioneta en Aruba, identificada con siglas norteamericanas falsas que volaba desde Ciudad Bolívar a México, supuestamente cargada con 932 kilos de oro de alta pureza, sacados ilegalmente de Venezuela. Hecho que antes de ser desmentido por las autoridades del país caribeño, ya se caía por su propio peso, ya que la aeronave Piper Cherokee Arrow no cuenta con las condiciones técnicas y mecánicas para soportar esa carga y recorrer la distancia indicada.
Justificación de la violencia machista
La acusación de la avioneta no sorprende, por el contrario, mantiene coherencia con el discurso de derecha que declara al gobierno venezolano como un “Narco régimen”, lo que realmente impacta es la bajeza de los medios de comunicación, que apelan a casi cualquier cosa para apoyar la agenda opositora; como en el caso de monstruo de Aragua (El gordo Mathias) un criminal, maltratador de mujeres que ahora pretenden vincular a los sectores oficiales, exponiendo su profunda su insensibilidad e ignorancia sobre un tema que nos atañe a todos, entorpeciendo el proceso de justicia e incluso justificando los hechos, en una acción desesperada que en el fondo pretende desmoralizar y desmovilizar el chavismo.
Fakenews van y vienen, todos perfectamente alineados con grandes sucesos que perjudican a la derecha venezolana; mientras tanto se siguen develando tramas de corrupción que desenmascaran a los hijos de los amos del Valle, los verdaderos bolichicos y enchufados de este país, que aliados con falsos chavistas desfalcaron este país; y el chavismo sigue dando pruebas de unidad y organización (Pueblo-gobierno) como respuesta a las recurrentes amenazas del imperialismo y socios locales.