Un gran diálogo incluyente e inclusivo con sectores de la oposición venezolana, es lo que aspira el presidente Nicolás Maduro para inicios del año 2021, según manifestó este viernes 1 de enero al conversar con el periodista español, Ignacio Ramonet.
«Yo me ofrezco para participar en ese diálogo, sentado en una silla, como uno más. Me quito las charreteras de presidente y me siento allí a contribuir al encuentro y la reconciliación de los venezolanos y venezolanas», afirmó el gobernante.
En ese sentido dijo que con la instalación del nuevo Parlamento el 5 de enero, para el período 2021-2025, se debe convocar a ese proceso, el cual debe ser de carácter amplio. Asimismo, dijo que espera buenos resultados de ese diálogo y que la Asamblea Nacional se convierta en un epicentro político de reencuentro, de reconciliación.
Por otra parte manifestó su deseo de que todos los grupos de oposición participen en las elecciones del año 2021, para gobernadores y gobernadores.
Recordó que la última vez que hicimos pulso toda la oposición unida contra las fuerzas bolivarianas fue en una elección de gobernadores, el 15 de octubre de 2017. «De 23 Gobernaciones, nosotros ganamos 19. Sacamos el 54 por ciento de los votos nacionales», comentó.
Escenario democrático
El presidente venezolano recordó que luego de la elección parlamentaria del 6D, el país se preparar para elegir autoridades locales en 2022, año en el que también se activa el derecho constitucional a solicitar referendo revocatorio presidencial.
«Si alguien de la oposición quisiera recoger las firmas y las recogiera cumpliendo los requisitos constitucionales, legales; nosotros al 2022 tendríamos un referendo revocatorio, iríamos a medirnos a pulso también», sentenció Maduro.
De igual forma aseguró que «en 2024 llueva, truene o relampaguee, en Venezuela hay elecciones presidenciales, así que hay una agenda electoral, una agenda política. Y más allá de la agenda electoral, más allá de la agenda política, hay una agenda económica de recuperación».
Sobre esta agenda, expresó que le gustaría conversar con los sectores de la oposición venezolana para lograr acuerdos y consenso.
Por otra parte, lamentó que la Unión Europea sea responsable de buena parte de la responsabilidad en el extremismo y la exclusión de la oposición de la vida política del país; del abandono de sus espacios naturales y de sus votantes.
«El único lugar del mundo donde la Unión Europea apoya esas políticas es en Venezuela. Habrá que ver el por qué. Buena parte de que la derecha venezolana, la oposición entre una política de sensatez, de participación, de diálogo, tiene que ver con esa Unión Europea que influye tanto en las mentes de esos dirigentes políticos», agregó.
