En medio de la controvertida “diplomacia” pro colonialista de algunas potencias mundiales, Rusia y China vuelven a la palestra, dando lecciones de integración; está vez el líder ruso, Vladímir Putin, y su par chino, Xi Jinping, se reunieron el 26 de abril en Pekín, para evaluar la situación en Siria, Venezuela y Libia, así lo afirmó el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.
“Se trató de Siria, Venezuela, Libia, en general la postura respecto a los intentos de terceros países de, en violación de todo, crear las condiciones más competitivas en los asuntos internacionales, el hecho que es inadmisible para los líderes de nuestros dos países”, dijo Peskov.
Dichas declaraciones, ratifican el apoyo de estos dos países, a las acciones de defensa de la soberanía, emprendidas por los pueblos y los gobiernos legítimos; en la que Venezuela es referente y juega un papel central.
El encuentro de Putin y Xi, tuvo lugar, en el marco del segundo Foro de la Franja y la Ruta que se celebró entre el 25 y el 27 de abril en Pekín; una iniciativa del gigante asiático, que busca consolidar una red de infraestructura y comunicaciones, que conecte Asia, Europa y África, en lo que sería la más grande plataforma de cooperación económica, que reivindica las antiguas vías comerciales de la Ruta de la Seda.
Este nuevo proyecto representa una oportunidad, para los países decididos a no ceder a los chantajes de Estados Unidos y sus aliados, que pretenden imponer guerras comerciales, como mecanismo de presión a los gobiernos.