El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, urgió hoy a una transformación profunda del Estado. Maduro impulsó un modelo de gobierno “eminentemente popular”, uno que prioriza la presencia en el territorio y reduce la dependencia del trabajo de escritorio. En consecuencia, el país debe avanzar ahora hacia una fase acelerada de construcción territorial, con el gobierno directamente involucrado en las comunidades.
«Lo que viene ahora debe ser distinto, mejor,» afirmó Maduro. «Pasar a una etapa de construcción de un gobierno eminentemente popular, con menos escritorio y más territorio, debe ser una consigna en la práctica. Debemos ir mano a mano, calle a calle.»
El jefe de Estado subrayó que esta nueva fase presenta un desafío organizativo y político significativo. Sin embargo, expresó plena confianza en la capacidad del país para abordarlo. «Sé que nosotros estamos preparados para esta nueva etapa territorial: en la base, con la base y para la base,» enfatizó. Por lo tanto, el enfoque se centra en empoderar a las comunidades y garantizar que sus voces guíen las políticas públicas.
Fuerzas revolucionarias
En referencia a los resultados electorales recientes del 27 de julio, el mandatario nacional destacó el crecimiento sustancial de las fuerzas revolucionarias. Estas fuerzas aumentaron su representación de 210 a 285. Al mismo tiempo, la oposición experimentó una disminución significativa, pasando de 125 a 50.
«Por algo será. Cada quien que saque sus conclusiones,» señaló Maduro. «Si quieren seguir pegados al fascismo y la mentira, allá ellos. Pero quienes deseen unirse para trabajar por la recuperación y el desarrollo de Venezuela, vamos a unirnos. Bienvenidos todos y todas, hombres y mujeres de bien de Venezuela.» De este modo, el presidente extendió una invitación abierta a la unidad y la colaboración.
Esta declaración del presidente Maduro refuerza su compromiso inquebrantable con el fortalecimiento del Poder Popular, la unidad nacional y el desarrollo soberano del país. Su visión territorial, además, prioriza el contacto directo con el pueblo. En última instancia, esta estrategia busca consolidar un modelo de gobierno que responda directamente a las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía, construyendo un futuro más inclusivo y participativo para Venezuela.
