Las excentricidades de dirigentes de la política internacional y mandatarios en ejercicio de sus funciones, como el maquillaje del presidente colombiano, Iván Duque, su homólogo brasilero, Jair Bolsonaro y el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, parecieran no tener fin.
De tanto en tanto, cada uno de estos “líderes” se ve involucrado en escándalos tan increíbles, que los anteriores resultan opacados. En esta oportunidad, el protagonismo lo tiene Duque. Y es que se conoció, tras una investigación periodística, que el ocupante de la Casa de Nariño se ha gastado una fortuna en maquillaje. El mandatario quiere verse más guapo en televisión y en redes sociales.
Narcisismo autócrata
¿Trastorno narcisista de la personalidad o una genuina vocación de autócrata?, o como se suele decir en predios burocráticos, ambas dos inclusive. Lo cierto es que el dignatario neogranadino ha destinado carretilladas de dinero del erario público, para verse “buenmozo” y lavar su desprestigiada imagen en redes sociales.
Opinión | “El Gobierno colombiano utiliza dineros públicos para comprar maquillaje que permita ver al presidente Duque más atractivo y ocultar en redes sociales las voces de sus críticos”. Por Jonathan Bock (@goodluck_Bock) https://t.co/xbH6gRsQvp
— EL PAÍS América (@elpais_america) August 29, 2020
El periodista e investigador colombiano, Jonathan Bock, sostiene que “el gobierno colombiano utiliza dineros públicos para comprar maquillaje que permita ver al presidente Duque más atractivo y ocultar en redes sociales las voces de sus críticos”.
Bock, quien es uno de los impulsores de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) en Colombia, detalla en sus investigaciones que la compra de maquillaje de Duque es sólo la punta del iceberg. La administración del mandatario ha invertido la suma 20 mil millones de pesos, a razón de 27 millones diarios en la generación de diversos productos comunicacionales. El listado incluye: contenidos audiovisuales, estrategias digitales y redes, estrategias generales y planes de medios, materiales publicitarios y publicación de avisos.
Gracias a @FLIP_org y a @goodluck_Bock por haber publicado #LaListaDeDuque…
Acá pueden ver todo el video:https://t.co/6PT42QeV8W— Daniel Samper Ospina (@DanielSamperO) August 27, 2020
“Duque ha utilizado dinero público para imponerse en la guerra de las narrativas: desde explicarnos cómo se fríen patacones o cómo deben protestar los ciudadanos”, denuncia Bock.
El analista destaca que el mandatario colombiano está obsesionado con el manejo de la denominada big data o meta datos. En tal, sentido revela que en tan solo dos años ha gastado cerca de 7 mil millones de pesos en el campo digital. En esta área se incluyó el seguimiento e identificación de un universo de influencers, tanto de Colombia, como del exterior.
Nunca visto
“Esto es algo que no habíamos visto antes, muestra que no hay espacio para la crítica. Invierte recursos sólo para minimizar la crítica. Mejorar su imagen y controlar lo que se debate y dice en redes sociales”, afirma Bock.
Que sea precisamente el presidente Duque quien destina tanto dinero a la promoción de su imagen, resulta por lo menos irónico. Sobre todo en un país prácticamente colapsado por la mala gestión de la pandemia de covid-19. Pero además traumatizado por los escándalos asociados a las masacres de civiles. Así como los claros vínculos, tanto de Duque como de su mentor político, Álvaro Uribe Vélez con la denominada narcopolítica.
Colombia se ubica en el puesto número 7 entre los países del mundo con más pacientes infectados de covid-19. En esa nación hay un universo de 607.904 positivos y 19.363 fallecidos. En lo que va de año 2020 se han registrado más de 30 masacres, que han dejado decenas de víctimas fatales.
