El primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, calificó el viernes de «mezquino» y «repugnante» el controvertido discurso del ministro de Economía de Holanda, Wopke Hoekstra sobre España, donde mostró su insolidaridad ante la crisis sanitaria por el nuevo coronavirus que afecta gravemente a los países miembros de la Unión Europea (UE).
Hoekstra pidió este jueves en rueda de prensa, tras la reunión del Consejo Europeo, que Bruselas investigara a países como España e Italia por no tener margen presupuestario para afrontar la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19.
«Es un buen momento para comprender todos que España no fue la que creó el virus, ni fue España la que importó el virus, el virus lamentablemente nos afecta a todos por igual», dijo Costa.
¿Desunión Europea?
España e Italia son los países más afectados en la eurozona por el brote del coronavirus. El país ibérico registra al menos 78.797 casos y 6.528 fallecidos, mientras Italia supera las 10.000 muertes; por ello, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez y el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, reclamaron una acción económica europea más decidida para la lucha contra la COVID-19, según informaron agencias de noticias internacionales.
Pero, lo cierto es que el fallido consejo del pasado jueves no cerró ningún acuerdo ni para la intervención del fondo de rescate de la eurozona, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ni para la emisión de deuda conjunta, las dos principales medidas a debate y que seguirían sobre la mesa a espera de los ministros de Economía y Finanzas (el Eurogrupo).
En este sentido, Holanda insinuó que no puede poner en riesgo su economía para favorecer a los países del sur de Europa.
Es curiosa la coincidencia de estrategia de desgaste de los gobiernos de Italia y España por parte del derechista gobierno holandés y la de los ultraderechistas en España.
»Y si no nos respetamos entre nosotros, y no comprendemos que, ante un desafío común, tenemos que ser capaces de responder en común, entonces nadie ha entendido nada sobre la Unión Europea (…) Es de absoluta irresponsabilidad este tipo de respuesta (de Holanda), y es una mezquindad recurrente y mina completamente el espíritu de la Unión Europea».