Luego de las derrotas que ha recibido en los últimos años, la oposición nacional tuvo que asumir la ruta del diálogo; materializada hoy en el proceso que se instaló en México. Así lo expresó el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, jefe plenipotenciario de la comisión gubernamental para la mesa de negociación.
En ese sentido, abordó el tema durante el foro «Diálogo en Venezuela», claves de un nuevo ciclo político, que se desarrolló bajo la organización del Instituto Samuel Robinson para el pensamiento original, centro de investigación y análisis con sede en Caracas, Venezuela.
Rodríguez hizo un recorrido por las etapas de agresión económica, política y social que promovió la oposición, primero contra el comandante Hugo Chávez entre 2001 y 2004. Posteriormente en 2014 y 2017 con las llamadas guarimbas; hasta la promoción de sanciones y ataques terroristas en las que ha incurrido la ultraderecha en la actualidad.
Por estas razones, detalló que en cada uno de esos procesos de violencia política, social y de calle, tanto el comandante Chávez como el presidente Nicolás Maduro han respondido con llamados a mesas de diálogo y negociación.
“De toda esa locura que se desató por meses y años. Por la fuerza de la convicción democrática y la fuerza popular de la Revolución Bolivariana; no quedó más remedio en estos sectores de la derecha que aceptar y volver a las reglas democráticas, a las vías constitucionales, electorales y democráticas”, relató Jorge Rodríguez.
Diálogo en Venezuela: Claves de un nuevo ciclo político https://t.co/ay6l5bwGZJ
— Instituto Samuel Robinson (@isrobinson_) August 23, 2021
El costo de la derrota
Por otra parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, ratificó que detrás de todos estos planes ha estado siempre la intención de sectores hegemónicos. Específicamente de administraciones estadounidenses que procuran hacerse de manera violenta de la ingente riqueza petrolera que posee Venezuela.
De igual forma, explicó que otro elemento común en cada uno de los procesos desestabilización que ha atravesado el país; es la utilización de empresas privadas de comunicación y corporaciones internacionales de información. Estas manipulan y se pliegan a las matrices que favorecen los planes de golpe de Estado o violencia.
Agregó, con todo esto, que cada vez que se generan «explosiones de violencia» mediante recetas prácticamente calcadas. Se refirió a los procedimientos empleados en el golpe de Estado del año 2002; ya que no implican en modo alguno acciones espontáneas de un sector de la población.
Por el contrario, ratificó que se trata de planes orquestados con el objetivo de generar un cambio de régimen por vías inconstitucionales. “Estas expresiones de violencia reflejan exactamente las agresiones que ha sufrido Venezuela y en específico el Gobierno Constitucional del presidente Nicolás Maduro Moros”, manifestó.