En la emisión correspondiente a este lunes 27 de abril de su programa Política y Timbal, que transmite la estatal Venezolana de Televisión (VTV), el constituyente por el estado Zulia, Fidel Madroñero, se refirió a la situación petrolera en el país y a la gran diferencia entre la forma de tratar el petróleo y gestionar los recursos provenientes de su venta, antes y después de la Revolución Bolivariana.
Para el análisis, fue presentado un video que resume cómo en tiempos de la IV República, el petróleo venezolano no era considerado un recurso propiedad del pueblo. Durante la llamada «apertura petrolera», la gran faja petrolífera (antes del Orinoco, hoy Hugo Chávez) era calificada como «bituminosa» y grandes corporaciones extranjeras se apoderaban sin escrúpulos de las inmensas riquezas provenientes de nuestro suelo, sin tan siquiera pagar impuestos justos por exploración y explotación. Además la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) era controlada por élites tecnócratas y entreguistas.
Cuando el Comandante Hugo Chávez llegó al poder, con la refundación de la República y la aprobación popular de una nueva carta magna, esa realidad cambió drásticamente. La reestructuración pasó fundamentalmente por obligar a las empresas transnacionales instaladas en territorio nacional a pagar 33% en regalías, con lo cual ya no se seguirían llevando el petróleo sin que nada le quedara al Estado.
El trabajo de Chávez también consistió en reconocer y comunicar, dentro y fuera, que la nación suramericana tiene la mayor cantidad de reservas probadas del mundo. Además del rescate de Pdvsa de élites oligárquicas y el papel preponderante que comenzó a jugar la nación en la fijación de precios internacionales del crudo a través de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Con Chávez, recursos excedentarios ingresados a las arcas del Estado por la venta de petróleo fueron puestos al servicio del pueblo; es decir, con ese dinero se financiaron misiones socialistas para apoyar a los más vulnerables de la población.
Esto, que esencialmente se resume en soberanía y libre autodeterminación, es justamente lo que incomoda a la derecha nacional y a los factores de poder foráneos. De ahí que los ataques y dinámicas de sabotaje y conspiración contra la industria estatal puesta en manos del pueblo nunca han cesado en Revolución y en este presente no es excepción, cuando es víctima de «sanciones» y bloqueo de parte de Estados Unidos, además del robo de una de sus más importantes filiales, Citgo, refinadora y comercializadora de gasolina que opera en Texas.
