Una nueva agresión diplomática se suma a la larga lista que Venezuela ha registrado en los últimos meses. Esta vez Brasil fue el protagonista y suspende las credenciales y prohibir la circulación de los vehículos asignados a los consulados y la embajada venezolana en ese territorio. La decisión intempestiva se adoptó después de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien realiza gira por Brasil, Colombia, Guyana y Surinam.
La Cancillería de Brasil comunicó a su par venezolana, la política adoptada que se fundamenta en el burdo reconocimiento al golpe de Estado ilegal.
Además esta agresión coincide con la presencia de Pompeo en la zona fronteriza entre ambas naciones en el estado de Boa Vista.
“La cancillería de Brasil nos envió hoy nota diplomática para suspender credenciales y carnets de nuestro personal y prohíben la circulación de vehículos de nuestra embajada y consulados. Algo tenían que reportarle hoy a su jefe Pompeo. Subordinación total”, escribió el canciller Arreaza en su cuenta en Twitter.
La Cancillería de Brasil @ItamaratyGovBr nos envió hoy nota diplomática para suspender credenciales y carnets de nuestro personal y prohíben la circulación de los vehículos de nuestra Embajada y Consulados. Algo tenían que reportale hoy a su Jefe @SecPompeo. Subordinación total.
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) September 18, 2020
Desesperación e irracionalidad
Estados Unidos lleva 21 años saboteando e intentado derrocar al Gobierno Bolivariano, pero ha chocado con la dignidad de la unidad cívico militar.
Esas presiones han motivado las campañas más ofensivas junto a un sistema de sanciones, bloqueos y agresiones violentas.
Ahora mismo en el preludio de las elecciones parlamentarias, es un punto clave para impulsar la desestabilización y evitar el proceso democrático.
Vecino hostil
Del mismo modo, el gigante amazónico se ha convertido en un vecino incómodo que violenta el derecho internacional y presta su territorio para la conspiración.
Así como en su momento Colombia ha impulsado planes terroristas y magnicidas desde sus espacios, Brasil, que hoy suspende permisos diplomáticos, ha sido cómplice de ataques a la estabilidad nacional.
La nación amazónica es el epicentro de la pandemia en Latinoamérica con más de 4.6 millones de casos y 138 mil fallecidos.
Desde esa frontera de más de 2.200 kilómetros han ingresado miles de venezolanos huyendo de la xenofobia, maltrato y desatención.
Además, el Gobierno de Jair Bolsonaro se ha negado a trabajar de manera conjunta en los espacios fronterizos.