Este miércoles se conoció que el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sostuvo una reunión a puertas cerradas, donde realizó una evaluación sincera sobre la oposición venezolana y sus voceros a quienes calificó de imprudentes y que los esfuerzos que han realizado para mantenerlos juntos han sido más difíciles de lo que en realidad se conoce.
«Nuestro dilema, que es mantener a la oposición unida, ha resultado ser tremendamente dificil», aseguró Pompeo quien además agregó «En el momento en que Maduro se vaya, todos levantarán la mano y dirán, «llévenme, soy el próximo presidente de Venezuela», serían más de cuarenta personas las que creen que son el legítimo heredero de Maduro», todas estas declaraciones fueron recopiladas en una grabación que obtuvo el diario The Washington Post.
Esta declaración muestra las costuras de una realidad política que sostiene la gestión de Donald Trump con los voceros de la oposición venezolana, que insisten en derrocar el gobierno legítimamente electo de Nicolás Maduro. Además que revela la intención de los asesores de la Casa Blanca de no prestarle atención a aquellas naciones que han elevado vías diplomáticas como alternativa para la resolución de la crisis en Venezuela.
Pompeo está convencido de que el presidente Maduro «se verá forzado a dejar el poder eventualmente, pero reveló que no podría decir cuándo». Igualmente, mencionó que «se estaba tratando de apoyar a varios religiosos e instituciones para que la oposición se uniera y que estos esfuerzos no son de ahora, sino desde que él asumiera la dirección de la Agencia de Inteligencia (CIA) y que no se ha logrado». También mencionó la decepción de lo ocurrido el 30 de abril cuando fue frustrado un intento de golpe de Estado en el país.
En el audio develado, Pompeo rompe con la línea oficial que ha mantenido el gobierno de Trump de ensalzar a los voceros de la oposición y sentenció: «Siguen divididos sobre como enfrentarse a Maduro, si entablar o no un diálogo, participar o no en el ejército, dirigir o no a un candidato presidencial o boicotear la elecciones, ni siquiera se retuitean».