Sin saberlo, Moira Boxall, turista británica, transportó entre sus zapatos, una serpiente de Australia a Escocia. Boxall, descubrió al reptil enroscado, cuando desempacaba su maleta, al regresar a Glasgow. En un primer momento la mujer pensó que era un juguete que su hija y su yerno habían puesto en su equipaje para bromear.
La Turista se dio cuenta de que la serpiente era real y de que, incluso, el reptil había cambiado de piel durante el viaje de casi 15.000 kilómetros, entre la ciudad de Mackay y Glasgow.
Temiendo que la culebra pudiera ser venenosa, Boxall llevó el zapato a su jardín y le puso una caja encima, para que el animal no pudiera escapar. Luego se comunicó con sus familiares en Australia, que a su vez llamaron a la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad contra Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).
Finalmente resultó que se trataba de una pitón moteada no venenosa, a las que algunas personas tienen como mascota. Actualmente la serpiente está en cuarentena en Escocia y pronto podría convertirse en huésped permanente de un zoológico de Glasgow.
RedRadioVe