El pasado 13 de junio durante la videoconferencia «Afro-respuestas frente al racismo y al covid-19» encabezada por el ministro del poder popular para la educación Aristóbulo Istúriz, en el marco de la Cumbe Internacional Antiimperialista, Afrodescendiente y Africano, como plataforma de articulación, Piedad Córdoba, ex senadora y activista por los derechos humanos en Colombia, planteó distintas ideas sobre este tema.
Por una parte, manifestó que Venezuela tiene una actitud muy importante en contra del racismo, de la homofobia, de la misoginia. «Además no es un discurso, no es retórica, muchos afrodescendientes participan en la dirección del país (…) Este espacio del cumbe internacional recalca una importancia vital porque la idea es enfrentar los retos y desafios en América Latina».
Asimismo, recalcó que en Venezuela hay una acción concatenada, a diferencia de Colombia donde la gran preocupación es cómo se desvela la situación de la salud y la miseria a la que están sometidos pueblos del pacífico colombiano. «En este momento de pandemia es importante que reconocer que la mayoría de los afrodescendientes están sufriendo los peores desencadenamientos del sistema en cuanto a la salud, la vivienda, lo social».
En lo que respecta a la situación de los afrodescendientes en Colombia indicó que al igual que en el resto de las países donde gobierna el neoliberalismo se trata de una situación de desolación.
Refirió que en Colombia el 12% de la población es afrodescendiente, una gran parte ubicada en el pacífico colombiano y el Caribe, con pésimas condiciones de vida, racismo institucional y estructural de parte del Estado, donde no hay la intención de aplicar la Ley 70 de negritudes del año 93 en la que se plasmaban estrategias y obligaciones del Estado colombiano para confrontar el racismo.
“No hay intención ni voluntad política de combatir el racismo”, como ha demandado Naciones Unidas, después de años de lucha de los movimientos afrodescendientes del mundo.
Un elemento fundamental para lograr el reconocimiento y la visibilidad de lo que hemos hecho y quienes somos como afrodescendientes tiene que ver con la etno cultura que fue una de las ganancias de la ley 70 y la condición pedagógica que significaba revisar los textos escolares donde no se reconoce el trabajo de las mujeres ni de los afrodescendientes.
«La voluntad política de nuestro presidente Nicolás Maduro impulsa el reconocimiento y el aporte de la población afrodescendiente», destacó. Asimismo, expresó que «nos hemos quedado cortos en agradecer el aporte que Haití le hizo a la independencia a estas regiones y muy concretamente a Colombia».
«Venezuela es un ejemplo claro a partir de los hechos y la visibilización de afrodescendientes en las altas esferas del poder, con relevancia, respeto e incidencia», concluyó.
