El pueblo pescador zarpó en patrullaje militante, desde las costas del municipio Díaz, al sur-este del estado insular, rechazando la guerra, navegando por la paz y plantándole cara a una Trinidad y Tobago, sometida al imperio estadounidense.

Kendy Graterol, alcalde y pescador, encabezó la jornada junto a la Milicia Bolivariana, al poder comunal y la fuerza memorable de los pescadores del estado Nueva Esparta.
«Junto a nuestros pescadores y pescadoras, reafirmamos el compromiso con la defensa de nuestro territorio y el rechazo a cualquier forma de agresión», dijo el joven burgomaestre.


«La paz es nuestro camino -recordó Grayer- y el pueblo pescador es la columna vertebral en la lucha por nuestra soberanía».



