Varios estados al sur y este de los EE.UU. se están quedando sin combustible. Este problema deriva de la paralización del suministro en el principal oleoducto de la zona, presuntamente, por causa de un ciberataque.
La tubería Colonial suministra el 45% de la gasolina que se consume en los estados de Florida, Georgia y Carolina del Norte. Este paro abrupto ya genera largas colas en las estaciones de servicio e incluso ya muchas se han quedado sin combustible.
El gobierno de Biden asegura que está tomando todas las medidas a su alcance para garantizar el suministro y para reactivar lo más rápido posible el despacho por las tuberías.
El llamado a las personas es a evitar el pánico, a no abarrotar las estaciones y a no acaparar la gasolina.
Los estados de Florida, Georgia y Carolina del Norte habrían aprobado el Estado de Alarma para impedir que el combustible se agote.
El incremento en los precios es una de las primeras consecuencias en donde se impone la lógica del negocio y no la razón de un estado sobrevenido de necesidad.
Según medios internacionales, el combustible supera los 3 dólares el galón, siendo este el precio más alto en los últimos 6 años.
Sobre este fenómeno, uno de los voceros del gobierno estadounidense ha dicho que desde Washington “harán todo lo posible para reducir el impacto en los precios”.
Al mismo tiempo indicaron que harán todo lo posible para acelerar la recuperación del gasoducto Colonial. Todo parece que el caso más probable e ideal es que la normalización no se logre esta semana.
De acuerdo al gobierno de los EE.UU. el ciberataque se produjo con un denominado ranssomware, “un programa que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo”.