Para este 21 de octubre del 2021, a poco tiempo de cumplirse 2 años de aquel reporte del primer caso del nuevo coronavirus, que causa la enfermedad covid-19; podemos cuantificar 242.334.149 millones de casos, 4.926.523 muertes reportadas por esta causa. Sin embargo, van 6.729.344.869 de dosis de vacunas administradas, con países de alto ingreso con 99% de la población apta para vacunación con 2 dosis recibidas; y países donde no alcanzan aún ni el 10% de su población vacunada. El escenario mundial parece tal cual un episodio de la serie “El juego del Calamar”, una de las más vistas en tan poco tiempo en la historia de esta plataforma de cine por suscripción.
Si algo es evidente en esta serie es como se trata la “muerte” como un “festín”. Al punto que un grupo selecto de magnates “apuestan” parte de sus acaudaladas riquezas; y observar a quienes fueron captados a través de un minucioso proceso de selección para participar en un “juego” en el que la más mínima equivocación puedes estar eliminado (costarte la vida). Cada vez que se produce una muerte aumentan las ganancias o el “premio” para quien resulte “ganador” de este juego. Pero ¿en qué se parece esto a la pandemia por covid-19? Veamos.
En la serie hay 6 tipos de juegos infantiles que fueron modificados, en la enfermedad por covid-19 hay 5 estadios distintos según el tiempo en el que puedes cursar con complicaciones. Sobre ese escenario están vinculados los determinantes sociales y económicos, según la región o el territorio donde vivas; pues no es lo mismo alguien con covid-19 con acceso a un centro de salud rápido, cercano y de calidad; que un paciente que no lo tenga.
Todas las estadísticas que se reflejan hasta el día de hoy, nos hablan de la distribución desigual de la enfermedad, pues podríamos llamarle a esto “la lucha de clases”. Otro elemento que simula que estas dentro de uno de los episodios de la serie, es si estás o no vacunado, definitivamente hay más posibilidades de sobrevivir a la infección si estás vacunado. Entonces podríamos imaginarnos un mapa con un semáforo, que cambie “luz” entre verde y roja, cada vez que la cadena de contagios impacte sobre poblaciones que tengan heterogeneidad en su plan de inmunización. Si lo pensamos a nivel global, veremos entonces la luz verde para los países de altos ingresos y luz roja; para países de bajos ingresos que no han podido adquirir vacunas y tienen servicios médicos con precarias condiciones.
Parecidos irrefutables
Vemos como esta serie proyectada en Netflix ha recaudado en poco tiempo millones de dólares; que incluso, se nos ocurre pudieran destinar un porcentaje para combatir el impacto de la pandemia en las regiones o sectores de la vida más golpeadas; pero no es y no será así.
La industria del “entretenimiento” y las plataformas de cine por subscripción son de las que más han aumentado sus ingresos en tiempos de pandemia por covid-19.
Una de los episodios más simbólicos que se puede extrapolar a la realidad actual de la pandemia, es cuando preparan unas “galletas azucaradas” para el próximo juego; así nos parece como la industria farmacéutica diseña sus tratamientos contra la covid-19. También pudimos ver como una de los personajes fallece por “pie diabético”, una complicación de la diabetes mellitus, enfermedad que mata 3 veces más personas que las vidas que ha cobrado la covid-19. (Aún la diabetes no es declarada pandemia).
Quienes invierten en el “juego del Calamar” se comportan tal cual los mismos magnates de la industria farmacéutica, la industria del entretenimiento; y las demás industrias que han ido teniendo un crecimiento exponencial durante la pandemia. Al punto que han quebrado sectores de la economía que parecían robustos económicamente, entonces ¿esto se parece o no a la serie?
Millones de trabajadores han perdido sus empleos, esto sin duda es emular un juego tan macabro como el del “calamar”, sin contar los que han perdido la vida; los que han tenido problemas de salud y han quedado con alguna discapacidad. También los que han tenido afecciones mentales y los que aún están sin vacunar. Allí vienen, están en la arena, de los juegos del “covid-19”, los de una realidad marcada por la desigualdad y las injusticias; mientras un pequeño grupo, no más de 20 magnates, siguen apostando por ver quien sobrevive al “Juego del Calamar”.
RICARDO LEÓN
Especialista en Medicina Interna e Investigador
Maestrante en Salud Colectiva.
