El abogado venezolano, historiador, ensayista y dramaturgo multipremiado Luis Britto García considera que el contrato firmado el pasado 16 de octubre entre Juan Guaidó y la empresa de «seguridad» estadounidense Silvercorp USA es «un contrato criminal, un pacto mafioso, suscrito sin la menor vergüenza por representantes de alguna oposición venezolana y representantes de una empresa privada extranjera que finge ser privada a pesar de estar bajo instigación, protección, apoyo y financiamiento de gobernantes imperiales que están hostigando a Venezuela».
Considera Luis Britto que un elemento definitivo para determinar el involucramiento de Estados Unidos tiene que ver con los pagos establecidos entre las partes: «Juan Guaidó no tiene disposición directa de los recursos robados a Venezuela que van a servir para este contrato, por tanto tiene que recibir autorización del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Entonces cuando acá se prometen precios por la eliminación física del gobierno de los venezolanos de 212 millones de dólares, eso no lo pueden aportar los opositores que son sumamente mezquinos con su dinero. Eso solo podría ser aportado con autorización del Tesoro».
En ese sentido, añade Britto que otra figura jurídica clave es la complicidad, porque «si uno paga, incita o financia a alguien para que cometa un crimen, uno es cómplice de ese crimen y corresponsable».
Identifica resumidamente como elementos que hacen del cuestionado contrato un documento írrito, los que siguen:
- Objeto ilícito. No se puede contratar asesinato, si se incumple ningún buen poder puede ordenar que se cumpla un objeto semejante. Su único objeto es la liquidación física de un Presidente y de los personajes que se le ocurra a una fuerza de ocupación extranjera eliminar. Eso le quita toda validez.
- Pago en dólares. Eso no es válido en Venezuela a menos que haya una cláusula que paute el posible pago en el equivalente en moneda extranjera.
- Carece de motivación política, ideológica, social y cultural.
- Establece la suplantación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana por una banda de terroristas extranjeros por tiempo indefinido y sin ningún límite para sus actuaciones para atacar objetivos tanto militares como civiles.
En su disertación el reconocido escritor explicó que el contrato actual y todo lo que le circunda retrotrae a tiempos pretéritos de invasión y bloqueo, como la 1902-1903, y de piratas, en el siglo XVI Y XVII. Esas incursiones, detalló, se caracterizaban por contratos minuciosamente redactados y suscritos por miembros de la expedición pirática sobre cómo se iban a comportar y cómo se iban a repartir el botín; además de piratas apoyados por reyes y potencias de la época que siempre negaban su participación en el asunto.
Remató su introducción en una mesa de debate sobre este tema, transmitida este jueves por la estatal VTV como programa especial, diciendo que «es quizá uno de los documentos más infames de la historia de Venezuela».
