Otra víctima de “la paz” en Colombia

En Colombia la paz le está costando la vida a los exguerrilleros de las FARC. Este viernes fue asesinado otro integrante desmovilizado, abultando la lista de unos hombres que confiaron desde 2016 que el Estado les garantizaría al menos la vida para comenzar precisamente una nueva vida.

La víctima esta vez se llamaba Carlos Fernando Ramos, quien fue ultimado en el Municipio Caldono, ubicado en el Departamento del Cauca.

Ramos residía en una de las áreas dispuestas en el país para la formación y reinserción de los exguerrilleros; un aspecto contemplado en los acuerdos de paz suscritos por el gobierno de Juan Manuel Santos y el entonces grupo armado de las FARC.

La muerte de pasajera

El desmovilizado trabajaba en un proyecto de siembra de aguacates y como mototaxista. Fue asesinado por una mujer a la que llevaba como pasajera, quien le disparó a quemarropas.

Como parte de esas contradicciones fatales a las que está habituada Colombia, Ramos fue asesinado el mismo día en que el partido FARC se reunía con el gobierno para exigir el cese de la violencia que los está matando como moscas.

Con este caso, ya son al menos 238 desmovilizados asesinados, a los que literalmente la paz se les ha revelado como una ruleta de muerte.

De acuerdo a las estadísticas de las FARC, tan solo en el Departamento del Cauca han asesinado a 35 excombatientes; siendo esta la entidad colombiana con el mayor índice de fatalidad para los desmovilizados.

Uno por semana

Mientras tanto el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), en lo que va del año 2020 han matado a 52 exguerrilleros, es decir, a más de uno por semana; el mismo ritmo fatal desde que firmaron los acuerdos en 2016.

En este contexto, las FARC siguen aferrados en sostener la paz, aunque esta sea precaria; y exhortan a la Comunidad Internacional para que les apoye en la causa de que la recia tradición de violencia en Colombia no termine de asesinarla.

 


 

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