Este martes, la Organización Panamericana para la Salud (OPS) alertó que el virus tiene una “desproporcionada incidencia” en los jóvenes de la región.
Así lo explicó, Carissa Etienne, directora del organismo, durante una conferencia de prensa virtual, en la que advirtió que: “los jóvenes son los principales impulsores de la propagación en nuestra región”.
Asimismo, agregó que aunque la mayoría de contagios están en las personas entre los 20 y los 40 años; el 70% de quienes mueren por el brote tenían más de 60 años.
Respecto a esto, indicó que el mundo está viendo cómo los jóvenes se contagian y pueden contagiar a otros; y esto también está sucediendo en América Latina, por lo que no se puede descartar una segunda ola de la pandemia en la región
20 y 40 años: los más contagiados
Según la OPS, el grupo etario con mayor incidencia de los casos de covid-19 en el continente está entre 20 y 40 años.
En América Latina, se cuentan más de 900 mil contagios entre los ciudadanos de 30 a 39 años y cerca de 800 mil entre los 20 y los 30 años de edad.
Sin embargo, la mayoría de los decesos no se producen en estas edades. Por el contrario, las personas mayores de 60 años son quienes más fallecen por el virus.
Entorno a esto, Etienne, recordó que el combate contra el covid-19 es una responsabilidad compartida.
«Si uno no toma los pasos necesarios para mantenerse a salvo, puede estar poniendo a otros en riesgo», dijo.
Región más golpeada
Etienne reveló existe una “desconexión entre las políticas implementadas y lo que muestran las curvas epidemiológicas” en algunos países de región.
Advirtió, que en naciones cuyos datos indican “una necesidad urgente de implementar medidas para detener la transmisión”; se anuncia el relajamiento de las restricciones.
A consecuencia de esto, en las últimas seis semanas, el número de nuevos casos pasó de 5 millones a más de 12 millones.
Actualmente, América Latina totaliza 450 mil fallecimientos; sumado a esto, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Perú, Argentina y México siguen en la lista de los 10 países del mundo con más afectados.
«Es por esto que necesitamos aplicar lecciones de los lugares que han controlado el virus y dejar que sean los datos los que guíen nuestras acciones», finalizó.