El Movimiento al Socialismo (MAS), otro de los partidos que aglutina a militantes de la oposición en Venezuela, ratificó que participará en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre.
En tal sentido, la vicepresidenta nacional del partido, María Verdeal expresó que el cronograma electoral para las parlamentarias avanza “paralelo a la situación del país y que está establecido en nuestra Constitución”.
Asimismo, afirmó en nombre del MAS que “vamos a tratar de llegar de la mejor manera al proceso de elecciones el próximo 6D”.
La decisión de la agrupación política se mantiene a pesar de que en las últimas semanas han salido a la luz pública las presiones por parte del gobierno de Estados Unidos; para que voceros de la derecha se abstengan o se retiren de la contienda para escoger la nueva Asamblea Nacional.
El MAS, que nació en el año 1971 como una agrupación de izquierda, se desmarcó del proceso revolucionario en el año 2002 y se convirtió en un partido oposicionista; a pesar de conservar su nombre y de que sus dirigentes insisten en que se mantienen en la línea izquierdista.
Oposición sigue dividida
La ruptura entre los sectores que adversan al gobierno venezolano, se evidencia en la posición con respecto a los comicios de diciembre próximo. También el tema de las medidas coercitivas unilaterales que impone la Casa Blanca recibe distintos pronunciamientos.
A juicio de la vicepresidenta del MAS, su partido asistirá a la convocatoria electoral; a pesar de que algunos organismos internacionales se nieguen a acompañar el proceso de votación en Venezuela.
“No podemos comulgar con algunas pretensiones, ni presiones internacionales, seguir el aislamiento y las sanciones que sí nos afecta, al pueblo venezolano”, dijo como expresión de desacuerdo con dichas medidas.
Asimismo, ratificó que la agrupación política que representa está del lado de las acciones pacíficas, constitucionales y democráticas en su ejercicio como grupos oposicionistas.
Por otra parte, un sector de la oposición, encabezado por Juan Guaidó, mantiene un discurso abstencionista que ataca cualquier procedimiento apegado a las leyes y a la Constitución; con llamados constantes al intervencionismo, golpes de Estado y el desconocimiento de las instituciones del Estado.
