Operación Gedeón pretendía convertir a Venezuela en territorio del narcotráfico internacional

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«Ese agente mercenario político que firmó el contrato (Juan Guaidó), la misma historia lo está juzgando, es un pobre hombre, es un pobre traidor, no merece nombrarlo en un espacio como este, pero es un mercenario igual y la justicia llegará».

Esta fue la expresión del vicepresidente sectorial para la soberanía política, seguridad y paz, y ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, quien sostuvo un encuentro con los soldados patriotas y el alto mando militar, desde la sede de la institución castrense del Complejo Fuerte Tiuna, en la capital venezolana.

El ministro Vladimir Padrino López rememoró el comportamiento de la población, en unión cívico-militar, durante el intento de incursión armada fallida, en las costas del estado Aragua y La Guaira, que inició el pasado 3 de mayo cuando mercenarios intentaron desestabilizar el país y fueron capturados por milicianos y pueblo organizado.

Al señalar que la Operación Negro Primero, en su fase III respondió bajo el mandato constitucional, expresó que «¡Venían contra nosotros, pagados!. El mercenariato, un soldado en alquiler no podrá nunca con un patriota».

Para el general en jefe, con la incursión mercenaria: «se quería convertir a Venezuela en una plataforma y un territorio para la distribución de droga, es el verdadero negocio de la oligarquía colombiana».

Durante el encuentro, reflexionó que subestimaron al pueblo y «ellos (creyeron) que iban a llegar las fuerzas libertadoras y se iba a sumar el pueblo y la Fuerza Armada y lo que se destapó fue una furia bolivariana«.

El ministro de Defensa se refirió a la Operación Gedeón, a los intentos de golpe de Estado y de desestabilización con cooperación del gobierno de Iván Duque en Colombia y con apoyo del gobierno de Donald Trump.

Insistió que «si tomaron las armas de la República, se las robaron, se las llevaron, se fueron a territorio extranjero, se prepararon, lo financió el imperialismo norteamericano, la oligarquía colombiana y los aventó el narcotráfico, que podemos esperar de un ser humano que quiso ser soldado, que se puso este uniforme de patriota y nos traicionó de esa manera y además de eso dirimían contra nosotros pagados».

Afirmó que los mercenarios se encontraron frente a una FANB más cohesionada y unida, una fortaleza y moral. Pretendían «derramar la sangre en las calles de Venezuela», pero no fue posible y «nos invita a ponernos del lado correcto de la historia. ¡Bendito Dios!».

También envió un mensaje como general en jefe a los soldados de la FANB, indicó que en los cuarteles se enseña a ser ciudadanos, combatientes bajo premisas de lealtad y valentía.

«Hay un grupo que entró con nosotros en las academias militares y que tomaron otro camino, abandonando a sus compañeros en servicio y muchas veces entregando la Patria, vendiendo información a una burguesía colombiana que siempre ha despreciado el proyecto de Bolívar».

 


 

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