Un informe reciente de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU ha confirmado que Israel es responsable de cometer actos de genocidio contra la población palestina en la Franja de Gaza. Esta conclusión, basada en evidencia detallada, representa un momento crítico en el conflicto y pone en el centro del debate la responsabilidad internacional. Por lo que la ONU instó a todos los Estados a tomar medidas urgentes para detener estas atrocidades, ya que ignorar estas señales equivaldría a complicidad.
Las fuerzas israelíes cometieron cuatro de los cinco actos de genocidio definidos por la Convención de 1948. Esto incluye asesinatos masivos y graves daños físicos y psicológicos. También crearon condiciones de vida para destruir a la población. Además, implementaron medidas para impedir los nacimientos.
Navi Pillay, presidenta de la Comisión, señaló que las autoridades israelíes tienen una «intención clara» de destruir al pueblo palestino. El informe también denuncia el «asedio total», la hambruna generalizada y la destrucción sistemática de servicios esenciales como la salud y la educación, acciones que han agravado la crisis humanitaria.
La reacción de Israel
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel respondió de forma contundente al informe, asegurando que se basa en «falsedades de Hamás, blanqueadas y repetidas por otros». Israel ha rechazado las acusaciones de genocidio, citando un reporte del Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos que, según ellos, refuta «todas y cada una de las afirmaciones falsas».
El gobierno israelí ha argumentado que Hamás es el verdadero genocida, responsable de los ataques del 7 de octubre que mataron a 1.200 personas y cometieron otros crímenes. La declaración concluye con una petición para la «abolición inmediata» de la Comisión de la ONU. A pesar de estas acusaciones, el informe de la ONU mantiene su veredicto.
La publicación de este informe no es solo una declaración; es un llamado a la acción. La ONU advirtió que todos los Estados tienen la obligación legal de actuar para detener el genocidio y proteger a la población palestina. La comunidad internacional se enfrenta ahora a la presión de responder de manera efectiva a los hallazgos de la investigación. A medida que el debate sobre la legitimidad del informe continúa, el mundo observa cómo la ONU y sus Estados miembros abordarán esta grave acusación y qué medidas tomarán para prevenir más tragedias.