Aunque parezca increíble y sea una sorpresa, hay quienes creen que Donald Trump es un activista piadoso por la paz del mundo que merece el Nobel. El personaje que sobresale en la fila de admiradores del presidente estadounidense es el parlamentario noruego Christian Tybring-Gjedde; un sujeto tan complicado de llamar por su nombre como por su lógica extraviada que ignora que el jefe de La Casa Blanca es lo más lejano a un ícono del entendimiento.
Para el político de extrema derecha, su también colega de la misma ala, Donald Trump, merece el galardón de la paz más que nadie; por su contribución en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Emiratos Árabes Unidos e Israel.
De acuerdo a Tybring-Gjedde, este pacto bendecido por Washington detuvo el plan de Tel-Aviv de anexarse más territorio palestino en la Franja de Gaza; considerando esta “concesión” como un laurel de paz de Israel y no como la pausa conveniente de un régimen que tiene años agrediendo al pueblo de esa región.
Otros supuestos méritos
Pero este no es el único evento que abulta el supuesto dossier pacifista de Trump en el mundo según el político noruego. Para este promotor internacional de la increíble buena imagen del magnate-presidente; la reunión de los 2 líderes de la península coreana en 2019 fue la contribución decisiva de Trump para despejar un conflicto en la zona.
Consciente de la mala opinión que precede al gobernante norteamericano, el político noruego le sugiere al Comité del Nobel «evaluar a Trump de acuerdo a los hechos y no por la forma en que se comporta a veces».
En cambio, Christian Tybring-Gjedde aprovechó de criticar el tino de los expertos que conceden el premio; reprochándoles el galardón (también sorpresa) entregado a Barack Obama, quien según cree, no hizo nada para merecerlo.
Deliberada omisión
Lo que no menciona el parlamentario noruego; ya sea por ciego deslumbramiento o deliberada omisión, es que su candidato para el Nobel es un elocuente promotor de guerras; que ha amenazado a Venezuela varias veces con una solución militar, una tentación que no se parece a las condiciones esenciales de un promotor de la paz que merezca un premio.