Estados Unidos (EE.UU.) es ya el epicentro mundial de la pandemia del Coronavirus, Nueva York se ha convertido en la capital de la crisis norteamericana. Aunque Donald Trump anunció este domingo 29 de marzo, una ampliación (hasta el 30 de abril) de las medidas de distanciamiento social, para intentar reducir el número de contagios por COVID-19 en el país, la realidad es que es una decisión tardía.
El mandatario estadounidense, anunció la medida después de que el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, dijera que hasta 200.000 estadounidenses podrían morir y millones llegarían a contagiarse si no se mantenían las cuarentenas y medidas de distanciamiento social.
La cifra actual refleja que EE.UU. ha superado el número de contagios de China, con más de 143.000 casos, y ha duplicado en 2 días la cifra de muertos: más de 2.600, según el reporte de este domingo de la Johns Hopkins University & Medicine. El mismo reporte indica que, sólo en Nueva York, el estado más afectado por el COVID-19 se han registradp casi 60.000 casos confirmados y los fallecidos superan el millar.
No obstante, se cree que la cifra real de infectados es mucho mayor, por el alto costo de las pruebas, que trae como consecuencia un número escaso de pruebas realizadas y porque muchos casos leves no se han contabilizado.
Trump estima que el pico máximo de mortalidad en su país se alcanzará en 2 semanas, mientras expertos aseguran que las situaciones críticas ocurridas en hospitales de Italia y España, no tardarán en reproducirse en EE.UU.
Entretanto, la líder demócrata Nancy Pelosi arremetió contra Trump al asegurar que «la negación» que tuvo inicialmente ante la propagación del Coronavirus es «mortal».
En virtud de que este virus se está propagando rápidamente por EE.UU., el Congreso de ese país ha aprobado un Plan de rescate a la economía, de una magnitud sin precedentes en la historia, valorado en más de 2 billones de dólares.
EE.UU. una vez más enciende las alarmas, no sólo por la crisis humanitaria que atraviesa el país debido a la pandemia en sí misma, sino porque el plan multimillonario aprobado, favorece una vez más a los empresarios y a las corporaciones.
Trump, como todo un magnate, vuelve a apostar primero por el dinero, olvidando a su pueblo en una estrategia para que las corporaciones se enriquezcan con las consecuencias que dejará en la economía la pandemia del Coronavirus.
Del paquete Federal de 2 billones de dólares:
- 500 mil millones son para las corporaciones.
- 377 mil millones para los pequeños negocios.
- Inversión en hospitales y salud pública quedarán a la deriva.
Una vez más, el capitalismo en crisis, busca su salvación. En esta ocasión, toma un salvavidas que implica regalar dinero a las corporaciones, acción que recuerda a aquel regalo dado a los bancos en 2008 y que mantiene la deuda a niveles extraordinarios en los EE.UU.
Esta vez el premiado será «Blackrock», quien fue elegido por el gobierno de Trump, para fiscalizar la distribución de los fondos, la misma empresa que distribuyó los fondos del rescate en del 2008.
Blackrock es una firma financiera (hedge fund) que maneja dinero y que es dirigida por Larry Fink. Entre los socios está: Henry Kissinger, quien trabajó para el gobierno de Richard Nixon y George Bush. A Kissinger se le asocia con genocidios y golpes de Estado en todo el mundo. Es fundador del grupo Bilderberg, que incluye a magnates de corporaciones y gobiernos del mundo para decidir las políticas financieras en todo el planeta.