Nobel para Nico

Es altísimamente probable que al científico o grupo de científicos que invente la vacuna contra el Covid-19 le otorguen el Premio Nobel de Medicina. Pero tal honor bien merecido se quedaría corto, si la Fundación Nobel no inventa un Premio para ser entregado al Presidente Nicolás Maduro Moros, por haber mantenido a raya la pandemia en un contexto de brutales y criminales sanciones y bloqueo, impuestos por la arrogancia megalómana de los señores del Norte.

Los herederos de Alfred Nobel tienen entonces una ardua tarea. Lidiar con el problema político e ideológico que cundirá entre ellos y contra el imperio, al verse presionados por la opinión de los pueblos libertarios del mundo que le exigirán llevar, al gran salón de la Real Academia Sueca, a un chofer de autobús para que les eche un discurso sobre cómo los chaburros, en un país con menos camas hospitalarias por cada mil habitantes que el país de Monroe y su destino manifiesto, logró cerrarle el paso a un enemigo que se le metió en ciudad gótica y puso a toser hasta sus  todopoderosos portaviones nucleares.

Pero bien. Quizá y es posible que crean que el laurel honorífico del inventor de la dinamita no merezca ser entregado a un chofer de autobús.  Sin embargo, para no quitarnos  lo valiente, somos modestos, alguna medallita acompañada con unas pocas palabras laudatorias podrían ofrecerle al pana Nico. Nos conformamos. No obstante, si aún así se niegan, pues al menos esperamos con la humildad que nos caracteriza a los venezolanos y venezolanas, que la Organización Mundial de la Salud le adjudique el Premio Sasakawa para la Salud, que según la web de ese organismo de la ONU, consiste en «una estatuilla y una suma en metálico, que ‎será del orden de US$ 30.000 si el Premio se adjudica a una o varias personas y/o del orden ‎de US$ 40.000 si el premio se adjudica a una o varias instituciones o a una o varias ‎organizaciones no gubernamentales, que hayan realizado una labor destacada y original en el ‎desarrollo de la salud, como la promoción de determinados programas de salud o notables ‎adelantos en la atención primaria de salud, con el fin de estimular el desarrollo de esos ‎trabajos».

Unos dolaritos que para nada caerán mal a nuestro querido Hospital Periférico de Catia, alias Pepo.

Werther Sandoval

Profesor universitario

 

 

 


 

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