El jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro exhortó a las fuerzas políticas y movimientos populares del chavismo a proteger la Revolución, ante la amenaza constante de mercenarios, divisionistas y traidores.
“Llamo a la defensa de la Revolución Bolivariana, a develar y dejar desnudos a los divisionistas que se prestan al trabajo del imperialismo”, dijo el presidente venezolano durante la instalación del Congreso Bicentenario de los Pueblos, que sesionará en todo el país hasta el 27 de febrero.
En tal sentido añadió que si hay alguien entiende perfectamente el impacto de la Revolución Bolivariana, de Hugo Chávez y de su hijo, Nicolás Maduro, es el imperialismo; que lo estudió como fenómeno y concentró todo su esfuerzo mundial para destruir al comandante Chávez.
“Siempre consiguieron mercenarios desde la derecha y uno que otro mercenario, como Ismael García, que decía que era más chavista que Chávez. Pero al final quedó desnudo ante la historia como quedarán desnudos todos los Ismael García”, puntualizó.
Reivindicó el discurso del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez; quien expresó que esos grupos divisionistas y traidores son los mencheviques de este tiempo, seguidores de Elliott Abrams.
“Definitivamente son grupos mencheviques y abramsistas que tienen un solo objetivo en esta etapa que es destruir a Nicolás Maduro para abrirle una herida mortal a la Revolución Bolivariana”, añadió.
Soberanía y dignidad
Al conmemorar 29 años de la rebelión del 4 de febrero de 1992, Maduro aseguró que con aquellos hechos se activó un huracán, una nueva era y un nuevo ciclo de la historia nacional. “El 4F tuvo, de inmediato, un impacto de carácter histórico-cultural. En ese tiempo habían dejado caer los símbolos, pero a partir del 4F la bandera nacional resucitó como gran símbolo”, dijo.
Añadió que el proceso de nueva independencia que abrió el ciclo bolivariano a partir del 4 de febrero, recogió las heridas acumuladas durante 160 años de la traición a Bolívar. Además, representó una insurgencia contra la instalación de la IV República; tanto en el ciclo 1830-1958, como en la etapa que va desde 1958 hasta 1992.
“Fue la reivindicación histórica de todas las causas. Y, precisamente, el inicio de operaciones fue el día del natalicio del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Vio a significar un renacimiento de la presencia de Simón Bolívar en la historia de Venezuela”, comentó Nicolás Maduro.
Dijo que esa figura del Libertador regresó encarnada en los pobres, en la clase obrera. Así trascendió al Bolívar de las estatuas de bronce o de mármol. “El 4 de febrero se gestó en los cuarteles, pero también en los campos de lucha social de nuestro pueblo”, reflexionó.