El presidente Donald Trump detalló este viernes por la noche el ataque de Estados Unidos (EE.UU.) que el 3 de enero y en una operación con drones en Bagdad (la capital de Irak) mató al general iraní Qassem Soleimani junto al teniente iraquí Abu Mehdi al Muhandi.
Durante una cena privada de recaudación de fondos para su campaña de reelección electoral, en su residencia Mar-a-Lago, complejo turístico en Palm Beach (Florida), Trump narró los hechos minuto a minuto, revelando que escuchó las conversaciones del Ejército de EE.UU., que observaban el ataque desde «cámaras que están a kilómetros de distancia».
De acuerdo con las grabaciones obtenidas por The Washigton Post y CNN, se escucha el mandatario estadounidense, quien para reproducir la escena del ataque aéreo, imitó a los soldados que se dirigieron a él durante la operación.
«Señor, tienen 2 minutos y 11 segundos. Sin emoción. ‘2 minutos y 11 segundos de vida, señor. Están en el auto, están en un vehículo blindado. Señor, tienen aproximadamente un minuto de vida, señor. 30 segundos. 10, 9, 8 (…) Entonces, de repente, boom. Se han ido, señor. Cortando.», contó el presidente sobre aquel momento.
Durante la reunión con los patrocinadores del Partido Republicano, el inquilino de la Casa Blanca agregó que el ataque eliminó a «dos por el precio de uno», refiriéndose a la muerte de Soleimani y al Muhandis. «Se suponía que era invencible», agregó Trump refiriéndose al mártir general iraní.
El multimillonario estadounidense justificó la autorización del asesinato argumentando que «había dicho cosas malas» sobre EE.UU. antes del ataque. «¿Cuánta de esta mierda tenemos que escuchar?«, preguntó el presidente, quien, sin embargo, no describió la «amenaza inminente» que le hizo tomar la decisión.
En su lugar, Trump calificó al general iraní como un «terrorista conocido» que «estaba en la lista» de EE.UU., al tiempo que reconoció que el ataque «sacudió al mundo».
Las nuevas declaraciones necrofílicas de Donald Trump evidencian una vez más, su capacidad de sostener acusaciones sin ninguna prueba que las sustente o que raramente cuenta con base para sostenerlas en público pero que son fielmente distorsionadas y acomodadas a su visión ideológica de dominación imperial.