El presidente de Argentina, Javier Milei, avivó la polémica con respecto a la sanción que enfrentaría la selección de fútbol de su país por unos cánticos racistas y xenófobos contra Francia.
De hecho, la administración de Milei, en su empeño por despedir a la mayor cantidad de argentinos, anunció este miércoles que el subsecretario argentino de Deportes, Julio Garro, quedaba despedido de su cargo, por declarar que la Albiceleste debería pedir disculpas por los cánticos racistas y homófobos contra la selección de Francia durante la celebración por la conquista de la Copa América sobre Colombia.
“Creo que el capitán de la selección (Lionel Messi) debe salir a pedir disculpas, lo mismo que el presidente de la AFA (Claudio Tapia). Es algo que nos deja malparados como país después de tanta gloria”, declaró Garro y luego se enteró de su despido por redes sociales.
Desde la cuenta en la red social X de la Oficina del Presidente emitieron la siguiente respuesta ante todo lo ocurrido: “La Oficina del Presidente informa que ningún gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección Argentina Campeona del Mundo y Bicampeona de América, ni a ningún otro ciudadano. Por esta razón, Julio Garro deja de ser Subsecretario de Deportes de la Nación”.
Por su parte, la vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, defendió en X a Enzo Fernández, el futbolista que está en el punto de mira, y tachó al país europeo de “colonialista” e “hipócrita” por mostrar su indignación.
“Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo yo te banco, Messi gracias por todo! ¡Argentinos siempre con la frente alta! ¡Viva la Argentinidad!”, publicó.
Lo cierto es que la FIFA emitió un comunicado donde condena con firmeza estos cánticos racistas y toda forma de discriminación venga de donde venga, incluidos los jugadores, los hinchas y los responsables. Además, la Federación Francesa de Fútbol (FFF) presentará una denuncia por “injurias de carácter racial y discriminatorio” tras quejarse ante la Federación Internacional del Fútbol (FIFA) y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).