Por: Earle Herrera
Los océanos sin barcos, los aires sin aviones, las autopistas sin carros, las calles sin transeúntes, las aceras sin locos, los trenes sin viajeros, los parques sin parejas, los baldíos sin mendigos, las noches sin guitarras, las aulas sin chiquillos, los recreos sin bullicio, las iglesias sin fieles, la playas sin bañistas, los caminos sin caminantes.
El señor del imperio con el mismo temor del hombre tras sus muros, la reina en cuarentena, el rey con tapabocas, el patrón con su fiebre descubriendo el sudor, el obrero sin martillo, el campesino sin hoz, la plusvalía sin dueño, los estadios vacíos, el teatro sin público, el planeta asustado, el abrazo al vacío, el pánico en un beso, la mano que te esquiva la mano que le tiendes, la rosa sin destino.
Todo por un microbio frente al poder atómico. El poder impotente. Prometeo sin el fuego. Adán sin hoja de parra. Eva sin manzana. Tú sin mí. Yo sin ti.
Earle Herrera
Profesor universitario
Publicado en correo del Orinoco el 14 de marzo de 2020