Pasaron las elecciones regionales y locales, mientras que la oposición venezolana parece permanecer en la misma pugna entre corrientes que, ni siquiera con fines electorales, lograron ponerse de acuerdo. Ahora, afloran las diferencias ante la posibilidad de ir hacia nuevas alianzas.
Por esa razón, el vocero de extrema derecha, Freddy Guevara, se desmarcó de las declaraciones que emitió el también opositor Henrique Capriles Radonski; quien insistió en llamar a la unidad con otros sectores de la derecha.
Específicamente, las diferencias se tradujeron en crítica contra Capriles, por no tener una posición tajante de rechazo a José Brito, del partido Primero Venezuela, a quienes muchos sectores rechazan como integrante de la oposición.
Esa fue la oposición de Guevara al expresar en su nombre y el de Voluntad Popular, en cuanto a que Brito no es oposición. Por esa razón no apoya alianza ni unidad con el sector que José Brito representa.
¿Derecha sin remedio?
Desde mucho antes de las elecciones regionales del 21N, hubo advertencias por parte de analistas afines a la oposición; sobre el evidente impacto que tendrían las pugnas internas en el resultado de las elecciones regionales.
De hecho, desde sus propias filas, la derecha ha establecido divisiones que colocan por una parte a los sectores que se sumaron a las elecciones parlamentarias de 2020 y a la mesa nacional de diálogo; pero de otro lado ubica a los grupos que acompañan el planteamiento del exdiputado Juan Guaidó.
En una tercera facción destaca la dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado, quien mantiene una postura abstencionista y de respaldo a los planes de intervención extranjera, así como los intentos de golpes de Estado contra la nación.
Ahora, los 2 grupos más radicales atacan a Capriles Radonski por que no sentenció sin condición a José Brito; sino que dejó abierta la posibilidad de “revisar estado por estado; para ver cuál es su posición política”.