Superando las presiones y sanciones que vive actualmente la mayor de las islas del Caribe, Cuba mantiene sus tradiciones y no se amilana ante los bombardeos mediáticos que no han podido en más de medio siglo con la revolución que fundara Fidel Castro.
A pesar de las expresiones de odio, violencia y rechazo al legado de José Martí y sus esculturas, los cubanos se animaron a participar en la Marcha de las antorchas, como lo hacen cada año para honrar el 167 aniversario del natalicio del Apóstol de la independencia de Cuba y demostrar con tan emotiva iluminación, en compañía de las altas autoridades y la juventud revolucionaria, que son un pueblo digno, que lucha y no se vence.
Al frente de la movilización se encontraba el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, y el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, junto a miles de jóvenes, estudiantes y público en general, quienes se concentraron en la escalinata de la Universidad de La Habana y partieron en el recorrido, para finalizar en el lugar donde Martí cumplió condena de trabajo forzado en el año 1869 por sus ideas independentistas,la Fragua Martiana.