Inesperada y triste noticia; Marlene Nava se despidió de su Maracaibo querida tejiendo soles, alegrías y su inquebrantable voluntad del ser.
Maestra de generaciones de escritores y periodistas, Marlene será recordada con su inconfundible buen humor y con su certera visión por el buen quehacer de los escribidores que estuvieron bajo su impronta redaccional, pero sobre todo por ese afán -muy de ella-, de hacernos hombres y mujeres felices.
Pieza fundamental del movimiento cultural zuliano, Marlene jamás renunciaría a su pasión por las buenas artes y la cultura popular, convirtiéndose en su más afanada defensora desde la trinchera del periodismo.
A pocos días del merecido homenaje que en el Teatro Baralt, el Zulia todo le ofrecería, se nos fue bella siempre, amable siempre, Marlene siempre… hasta luego amiga…, tranquila, que las semillas que sembraste y cuidaste, siguen en tus caminos de hilos solares, de hilos tejidos, de fibras irrigadas con tu amor, ese, incondicional, que nos mostraste hasta la eternidad.
Foto: Cheo Nava



