La muerte de Maradona sacude al Rugby argentino y lo hace a miles de kilómetros de distancia.
Los famosos Pumas han caído en desgracia por causa de su falta de tacto ante el sentimiento general por la partida física del mejor jugador de fútbol de todos los tiempos.
El seleccionado albiceleste solo tuvo el gesto de llevar una cinta negra de luto que apenas se notaba, en contraste con el emotivo homenaje del equipo de Nueva Zelanda, que dedicó su típico baile tribal al eterno número 10.
A special gesture from the All Blacks to Argentina before tonight's Haka.
?: @skysportnz #ARGvNZL pic.twitter.com/IRlGvmFgyV
— All Blacks (@AllBlacks) November 28, 2020
La fila de jugadores argentinos observó la rutina con la fría indiferencia de a quien le vale poco el homenaje al argentino más famoso de los últimos tiempos.
Esta actitud en la que ninguno se molestó al menos en posar un sentimiento de tristeza ha generado un profundo disgusto con la selección, cuyo desaire a Maradona reveló una amplia “grieta” de clasismo y xenofobia de los orgullosos Pumas.
Disculpa obligada
La falta de empatía con el sentimiento de duelo en Argentina obligó a que el capitán del equipo, desde Australia, grabara un video de disculpas.
Pero no faltaron quienes creyeron que el desaire a Maradona no es el producto de unos concentrados jugadores enfocados en su misión de ganar en el campeonato mundial de Rugby; sino más bien una expresión de desprecio que por tradición signa el abolengo aristocrático del Rugby en Argentina que menosprecia a los íconos populares.
Medios locales destacaron que el deporte del balón ovalado es la disciplina de la clase alta, de los encumbrados conservadores; a diferencia del fútbol, un vulgar entretenimiento de negros adoradores de Perón.
Y Maradona tenía todas esas coordenadas que la ruda aristocracia del Rugby menosprecia: ser de origen pobre y peronista, con la pretensión prohibida de una admiración que roza la pecaminosa idolatría que le compara con Dios.
Pumas racistas
Esta situación desencadenó otro escándalo: el de racismo explícito y 2.0 de al menos 3 jugadores de la selección. El Capitán del equipo Pablo Matera fue objeto de una amplia auditoría de su cuenta de Twitter, la cual dio con varios mensajes racistas del jugador que se mofaba de los bolivianos, paraguayos y los sudafricanos.
El repudio fue de tal tamaño que el deportista tuvo que cerrar su cuenta, pero lo hizo tarde; y sus mensajes ya abonan una reacción viral de repudio hacia el alma de sus jugadores, que si bien tienen talento, son unos anémicos de virtudes.
La prensa argentina y la sociedad en general les está repudiando y han concluido que toda esta tormenta es la consecuencia de sus propios actos.