El gran Diego Armando Maradona ganó otro partido. Vuelve a la cancha de la vida, pero con rigurosos cuidados médicos y familiares, además de un tratamiento ambulatorio, para evitar una recaída. El capitán del seleccionado argentino de fútbol recibió el alta médica este miércoles 11 de noviembre a las 18 horas; luego de ser operado de un edema subdural el pasado 3 de noviembre. En esta etapa permanecerá en una casa acondicionada en el barrio cerrado Villanueva, de Nordelta; las visitas serán selectivas. Habrá un listado de personas autorizadas y el propio Diego podrá decidir quiénes y cuándo. Esta locación está a pocos minutos de la residencia de su hija Giannina.
La víspera había ingresado a la Clínica de Olivos por lo que se reportó como un «bajón anímico». Pocas horas después se supo de un hematoma cerebral que debía ser intervenido quirúrgicamente. La recuperación de Maradona se combinó con un «cuadro de abstinencia» que inició en su estadía en el hospital. Así lo dejó saber el médico personal del astro rey, el mismo que le operó reciente, Leopoldo Luque.
«Lo más importante en este momento, más allá de la supervisión médica, es contar con la presencia de la familia de manera permanente, con los hijos, que están completamente de acuerdo con lo que estamos planteando, acompañando permanentemente a su papá y con muchas ganas de salir adelante», dijo el médico neurocirujano Luque.
Fue un el momento más duro
Su abogado, agente y amigo, Matías Morla, admitió que el Diego «pasó el momento tal vez más duro de su vida» y que «fue un milagro que se haya detectado ese derrame en su cabeza que le pudo haber quitado la vida». «Lo bueno es que Diego está entero, está firme, hay Maradona para rato. Lo que hace falta ahora es una unión de la familia y estar rodeado de profesionales de la salud. Y con los médicos y la familia va a estar Diego como tiene que estar, que Diego tiene que estar feliz y le tenemos que devolver entre todos el cariño y la felicidad que nos dio», sumó.
Luque aclaró que Maradona obtuvo el alta clínica y no médica, porque aún no supera el «cuadro de abstinencia» por su adicción al alcohol.
