Este sábado 18 de julio se conmemoran 102 años del natalicio del líder surafricano, Nelson Mandela. En vida fue uno de los mayores exponentes, a escala mundial, de la lucha contra el racismo y la igualdad social.
En noviembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó esta fecha como día internacional de Nelson Mandela, en homenaje a este ilustre personaje. Ejemplo inquebrantable de rebeldía, constancia y amplitud política.
Hombre carismático de una perseverancia más allá de lo normal, Mandela consagró su existencia a desmontar el férreo sistema de Apartheid instaurado en su Suráfrica natal, gracias a la dominación colonialista del imperialismo anglo-holandés.
Apartheid es nazismo
La brutalidad del sistema de Apartheid, inspirado en el nazismo, aplicado contra la mayoría de la población negra y la imposibilidad de hallar una salida política a dichos excesos, le llevó a tomar el camino la lucha militar. En 1961 crea el movimiento la Lanza de la Nación, brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA), organización política que se oponía al segregacionismo.
Un año más tarde, víctima de la delación de alguien allegado a su entorno y con la CIA norteamericana de por medio, Mandela a quien apodaban la Pimpinela negra es apresado. El juez de la causa le condenó a cadena perpetua, acusado de conspirar para derrocar al gobierno imperialista.
Tras un largo período de 27 años encerrado, buena parte de ese período en una celda diminuta logra su liberación. Esto gracias a las presiones del (CNA). Aunque trató de mantenerse activo, el largo encierro y las malas condiciones de salubridad de la celda, le provocaron una infección de tuberculosis en 1988. Esto pudo superarlo gracias a sus intensas rutinas de ejercicio.
Reconocimiento a una lucha
En 1993, es galardonado con el premio Nobel de la Paz. Ya se había convertido en una figura de talla mundial. Símbolo por excelencia del activismo en contra del racismo y del Apartheid.
Una vez en libertad, tras cuatro años de intensa actividad política, Mandela alcanza la presidencia de su país, cargo que ejerció por un período de 5 años. Durante su mandato se aprobó una nueva constitución y se hicieron significativos esfuerzos por unificar una sociedad fracturada por el odio racial incubado por décadas.
Aunque formalmente el Apartheid fue abolido en el año 1991, aún no se puede decir que la surafricana sea una sociedad completamente unificada. Luego de las gestiones llevadas a cabo por Mandela en su período presidencial se exaltaron las capacidades del líder para buscar acuerdos a través de la vía pacífica. Mandela falleció en 2013, a los 95 años de edad.
Retos pendientes
Hoy en día Suráfrica constituye una de las principales economías emergentes. De hecho conforma junto a Brasil, Rusia, India y China el grupo (BRICS) con las cinco economías de mayor potencial desde comienzos del siglo XXI.
No obstante, aún queda mucho trecho por recorrer para materializar el legado de Mandela, tanto en Suráfrica como en el resto del mundo llamado periférico. Las pretensiones imperialistas de dominación, saqueo y expoliación, así como los abusos de autoridad contra personas afroamericanas lamentablemente aún hoy en día no son cosa del pasado.