Tras las recientes protestas desatadas tanto en Francia como en otros países del mundo contra el racismo, el presidente del país europeo, Emmanuel Macron expresó a través de un mensaje televisado que el Estado francés no hará frente a la ola de denuncias contra el racismo retirando estatuas o «borrando nombres de la historia».
En este sentido, Macron también dijo que «La República no borrará ninguna huella ni ningún nombre de su historia; no olvidará sus obras ni retirará sus estatuas. Debemos mirar juntos con lucidez toda nuestra historia, nuestra memoria». Además aprovechó para insistir en que no se puede «negar el pasado del país».
¡Un pasado colonial esclavista!
Las declaraciones de Macron se dan debido a que miles de manifestantes antirracistas en varios países, han decidido destruir, ahogar y hasta «degollar» estatuas de personajes de le era colonial. Quienes en vida se dedicaron a comercializar esclavos desde África, para maltratarlos, oprimirlos y hasta asesinarlos, sin mencionar más detalles.
Después de que las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd en EE.UU. reavivaron el debate sobre el racismo en Francia. El mandatario prometió ser «intransigente» ante este problema social, así como ante «el antisemitismo y la discriminación». Los manifestantes en Francia han expresado una gran ira por la discriminación racial que prima en la nación ibérica, particularmente contra los ascendentes africanos.
«Permanecemos firmes frente al racismo, pero cuando este combate noble se transforma en comunitarismo, en una reescritura odiosa o falsa del pasado es inaceptable», apuntó.
El éxito condicionado por el color de piel
Macron admitió en su discurso «que el nombre, el color de la piel e incluso la dirección de una persona pueden limitar sus posibilidades de éxito en Francia». Dijo que creía «en la lucha contra el racismo, para que las personas puedan encontrar su lugar en la sociedad, independientemente de su religión o etnia».