Pese a la ola de protestas en las calles de Francia, la primera ministra, Élisabeth Borne, anunció la aprobación de la reforma de pensiones que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años sin el visto bueno del Parlamento nacional. La jefa del Gabinete señaló que, con la decisión el gobierno evita «muchas horas de debate».
«Estoy comprometida con nuestro modelo social, y esta reforma es fruto de un compromiso con el que coincidieron los legisladores de ambas Cámaras del Parlamento. Estoy dispuesta a asumir mi responsabilidad. Según el artículo 49.3 de la Constitución, el Gobierno asume la responsabilidad por esta ley», declaró Borne.
Por otro lado, la líder del partido Agrupación Nacional (extrema derecha), Marine Le Pen, afirmó que la primera ministra del país debe dimitir porque «sus actos son una bofetada a la democracia».
En esta línea, Le Pen escribió en Twitter: «El uso de 49.3 por 11ª vez y en un texto tan fundamental y masivamente rechazado por los franceses, revela la precipitación de un ejecutivo que ya no escucha y escucha a la gente. La censura debe ser la respuesta a esta democracia impedida».
L’utilisation du 49.3 pour la 11e fois et sur un texte aussi fondamental et massivement rejeté par les Français, trahit la fuite en avant d’un exécutif qui n’entend plus et n’écoute plus le peuple. La censure doit être la réponse à cette démocratie empêchée.
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) March 16, 2023
Entrando en contexto, el artículo 49.3 usado por el gobierno de Macron es, según la Carta Magna francesa, una medida que suspende el debate parlamentario y abre un plazo de 24 horas en el que los diputados pueden solicitar una moción de censura.
Ese proyecto se considerará aprobado, según la Carta Magna, a menos que fuera votada una moción de censura, presentada en las 24 horas siguientes por un mínimo de una décima parte de los diputados.
Sigue el descontento popular
El pasado 10 de enero, la primera ministra, presentó el proyecto de la reforma de las pensiones. Más tarde, las 8 centrales sindicales más importantes de la nación (CFDT, CGT, FO, CFE-CGC, CFTC, Unsa, Solidaires y FSU) anunciaron el inicio de jornadas de protestas.
Mientras tanto, miles de franceses siguen protestando en las grandes ciudades del país en rechazo a la reforma de las pensiones. Según medios locales, se han dado más de 270 manifestaciones contra el proyecto.
La última vez que Francia logró frenar una reforma de pensiones fue en 1995. Esto ocurrió luego de que los sindicatos congelaron los servicios del tren y el metro por 3 semanas con el apoyo de la opinión pública.
#Réforme des retraites : Macron dégaine le 49.3
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