Los años de prisión o persecución judicial en contra de Lula si bien no le cargaron de rencor, ese tiempo no le restó lucidez para analizar el panorama brasileño en manos de Bolsonaro.
El exmandatario, durante su primera presentación en público después de que un Juez de la Suprema Corte Federal anulara todas sus sentencias, habló sobre el desastre en que Bolsonaro ha convertido al que fuera la sexta economía más grande del mundo.
Aseguró que el país marcha sin rumbo y en medio de ese problema tiene a un gobernante peligrosamente ignorante.
«Este país no tiene gobierno, no tiene Ministro de Salud, no tiene Ministro de Economía»; y remató este balance desalentador asegurando que Brasil «Tiene un fanfarrón. Un Presidente que no sabe nada«.
Lula destacó que la única obsesión de Bolsonaro es la de facilitar la compra de armas a las personas, una posibilidad peligrosa para un país que tiene uno de los mayores índices de personas muertas por armas de fuego.
«Lo único que le preocupa es que se vendan más armas y armas para los milicianos», refiriéndose a estos últimos a los grupos paramilitares de derechas en Brasil.
Esta priorización absurda en un país que necesita vacunas es una decisión suicida. Brasil es el segundo país con más fallecidos por la covid-19 y ahora con su propia variante, la cual es más contagiosa y potencialmente más mortífera.
«Este no es el papel civilizado de un Presidente de la República. Se negó a comprar vacunas y promocionó la cloroquina», recordó Lula.
El panorama brasileño
El expresidente describió con una estadística demoledora el tamaño complejo de la crisis brasileña causada por la derecha política a través de la manipulación de la trama judicial de Lava Jato.
Esta causa, orientada hacia la persecución política y no hacia esclarecer la verdad, según Lula le ha costado a Brasil más de 172 mil millones de reales.
Y la parte más dramática de este número es la cantidad de 4 millones 100 mil empleos devastados por una cruzada que desfiguró la credibilidad de un país en donde ya los empresarios no piensan colocar sus inversiones.
El drama de la era de Bolsonaro en la presidencia ha provocado que desde «hace mucho tiempo no se escuchen expresiones como inversión y generación de empleo».
La conclusión desalentadora después de 2 años de gobierno derechista es que la vocación irreflexiva de algunos pueblos por inclinarse hacia una apuesta incierta de «cambio» solo logró, que en el caso de Brasil, «ya no haya un proyecto nacional y de soberanía».
Solidaridad con Venezuela
En su discurso Lula aprovechó de agradecer al presidente Nicolás Maduro por ser uno de los primeros líderes en llamarle para expresar su alegría por la decisión judicial a su favor.
«Agradezco al presidente Maduro que tuvo la dignidad de llamarme», dijo Lula, y aprovechando la ocasión marcó su posición clara sobre Venezuela, diciéndole a EE.UU. «que no tienen derecho a meterse en los asuntos internos de Venezuela».