El año 2020 quizás será recordado por mucho tiempo como el año de la pandemia del coronavirus. Pero al margen de la enfermedad que paró al mundo, otros eventos signaron esta época en la que las guerras, la historia, los accidentes o las elecciones no se detuvieron.
Asesinato de Soleimani
Apenas comenzaba el 2020, el mundo se sacudió por el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, el máximo jefe militar del país persa. Trump admitió que ordenó su muerte porque según el oficial era un patrocinador del terrorismo en la región.
Este crimen de guerra fue vengado por Teherán con un ataque de misiles a varias bases militares de EE.UU. en Irak, lo que hizo temer una escalada mayor del conflicto, el cual quedó en suspenso una vez que Irán demostró que sería capaz de responder.
Precio histórico
En el contexto de la pandemia, los precios del petróleo registraron el hito histórico de tener un precio en negativo. Esta situación planteó el escenario absurdo en que los países petroleros prácticamente debían pagar a los compradores para que se llevaran el crudo.
Victoria sobre el fascismo
En este año de guerra contra el virus del covid-19, el mundo recordó que hace 75 años venció al fascismo en otra gran Guerra, la que terminó en 1945.
Esta vez, a diferencia de los últimos tiempos, el mundo reconoce más que antes que fue la URSS y no EE.UU. quienes vencieron a Alemania; y que fue el país eslavo el que más víctimas puso en el conflicto.
Si bien la historia no se detiene, la pandemia postergó varias semanas la celebración militar en la Plaza Roja de Moscú por motivos de la pandemia.
Asesinato de George Floyd
Al mismo tiempo que el coronavirus sacudía a los EE.UU. la policía de ese país asesinó al afroamericano George Floyd. Lo dramático de este episodio es que fue grabado, y su viralización desencadenó una ola de repudio general.
En el año 2020, los afroamericanos salieron a las calles a protestar la tradición intacta del racismo en el país y la violencia policial que se ensaña especialmente con los negros.
Este movimiento sacudió a la opinión pública con la consigna de que “las vidas negras importan”, poniendo de relieve una pandemia más duradera en “la cuna de la democracia”: el segregacionismo.
Explosión en Beirut
El 4 de agosto, la capital libanesa literalmente se sacudió. Una explosión accidental estremeció el puerto de la ciudad, destruyendo casi la mitad de la metrópolis.
Al menos el primer día el siniestro dejó un saldo de 100 fallecidos, y la primera versión fue la de un ataque con mísil, que luego el gobierno descartó.
La magnitud de los destrozos causados por las explosiones fue comparada a la de un sismo de 4.5 grados, y hubo una segunda detonación fue tan potente que se sintió en todo el país; e incluso en la isla de Chipre, que queda a 234 kilómetros de la capital libanesa.
De acuerdo a medios locales, las conclusiones preliminares de las autoridades establecieron que la explosión se originó en un almacén con 2.700 toneladas de nitrato de amonio; una sustancia utilizada para la fabricación de fertilizantes y explosivos.
Plebiscito constitucional en Chile
Un año después de las protestas sociales en Chile, el país votó por el cambio de la constitución. Casi el 80% de los chilenos decidieron poner término al legado de Pinochet en la ley fundamental del estado.
Los ciudadanos resolvieron que una convención constituyente redacte la nueva carta magna, la cual hasta ahora ha signado el sistema neoliberal del país más desigual de Sudamérica.
Elecciones en Bolivia
Después de casi un año de dictadura, Bolivia votó y eligió a Luis Arce como presidente. La mayoría de los bolivianos escogieron en primera vuelta al abanderado del MAS; un partido que el régimen de Áñez persiguió e intentó proscribir por todos los medios.
En el año 2020, la victoria de Arce fue con números récords y al mismo tiempo fue la reafirmación del triunfo de Evo Morales un año antes, cuyo veredicto fue cuestionado por la OEA, y con lo que justificó el Golpe de Estado de 2019.
