Los «líderes» de oposición no dejan de sorprender. Luego del «piscinazo por la patria» de Pablo Medina, aparece, Antonio Ledezma, columpiándose en las voluntades del impresentable narco-paraco, Álvaro Uribe Vélez.
Cuando la gente se vuelve loca y no avisa. El exdiputado Pablo Medina ha pasado de debatir en el parlamento, a nadar en una piscina, “en nombre de Venezuela”. El dirá que en el mar la vida es más sabrosa, en el mar todo es felicidad. #NMJN pic.twitter.com/T6kPGvccvo
— Yosmar Poleo (@yosmarpoleo) July 1, 2020
Sí, aunque parezca increíble, Ledezma y parte de su familia le mandan un efusivo mensaje de felicitación a Uribe con motivo de su cumpleaños. Un sujeto que seguramente pasará a la historia, con el nada honorable distintivo, de ser el más sanguinario político colombiano de los últimos tiempos.
Pte @AlvaroUribeVel Felicitaciones en su cumpleaños.
Le deseamos mucha salud para que siga luchando por la libertad de nuestros pueblos.
Ud es parte de nuestra historia por su obra, su conducta sobresaliente y por sus méritos.
Colombia y Venezuela tenemos en ud un defensor. pic.twitter.com/VdSiuYsdGt— Antonio Ledezma (@alcaldeledezma) July 5, 2020
Alrededor de Uribe Vélez se han generado múltiples escándalos de corrupción. Se le acusa de llevar a niveles nunca vistos la horrible práctica de los “falsos positivos” y cada vez le resulta más difícil desvincularse de los capos del narcotráfico asociados al departamento de la Guajira.
Tanto Uribe como su pupilo, el actual presidente de Colombia, Iván Duque, aparecen comprometidos hasta el cuello en el escándalo de la “Ñeñepolítica”. Los incriminan numerosas fotografías y vídeos al lado del narcotraficante José Guillermo Hernández, asesinado en extrañas circunstancias en Brasil, el año pasado.
Narco-paraco
Audios y conversaciones telefónicas filtrados a la prensa colombiana revelan como el Ñeñe utilizó una suma importante de recursos para comprar votos, a razón de 50.000 pesos por persona, a favor del actual mandatario neogranadino Iván Duque.
También son conocidas las reiterativas denuncias acerca del exponencial incremento de los llamados “falsos positivos”, masacres contra la población civil, que luego eran presentadas ante la opinión pública como enfrentamientos de las fuerzas militares con guerrilleros o delincuentes.
Uribe es expresión de la más rancia oligarquía colombiana. Su capacidad para matar en masa ha sido tan escandalosa, que en una popular serie de televisión le definen como el más “despiadado genocida moderno”, de la región latinoamericana.
Como dice el viejo refrán, dime con quién andas y te diré quién eres. O mejor aún Dios los crea y el Diablo los junta. Lo mejor que puede pasarle al país es que este sujeto y toda su familia sigan bien, pero bien lejos de la tierra de Bolívar.