La tensión de Francia con el mundo musulmán sigue escalando niveles de agresión semántica que preocupan. Las declaraciones del ex primer ministro malayo han sacudido las redes.
Después que el país europeo se colocara en alerta ante lo que ha denominado como “separatismo islámico”, políticos y dirigentes de naciones musulmanas han apuntado sus caracteres para reprochar a París una posición sospechosamente “islamofóbica”.
El ex primer ministro de Malasia Mahathir bin Mohamad aderezó el clima de desconfianza con varios tuits que justificarían la molestia de varios individuos del islam en contra de Francia.
El político dijo que “los musulmanes tienen derecho a estar enojados y a matar a millones de franceses”.
Este comentario coincide con la jornada de ataques terroristas en las ciudades de Niza y Aviñón; los cuales tienen el denominador común de que fueron perpetradas por personas que reivindicaron el hecho con alguna inspiración religiosa.
Adicionalmente los Mahathir bin Mohamad habría dicho que “Independientemente de la religión que profese, la gente enojada mata”.
Estas expresiones han sido ampliamente condenadas por dirigentes franceses y de Malasia, quienes le han pedido desde retractarse hasta moderarse.
Historia contra musulmanes
Para el ex gobernante malayo sobra en la historia episodios de crueldad francesa en contra del mundo musulmán; por las que el mundo político actual no se conmueve ni pide disculpas.
Sobre este tema habría dicho que “en el curso de su historia, los franceses han matado a millones de personas»; y agregó que “los musulmanes tienen derecho a estar enojados y matar a millones de franceses por las masacres del pasado”.
Por el tenor de estas expresiones, tuiter suprimió el mensaje; pero antes le dejó dicho al presidente Macron que es una persona muy primitiva y dejó planteado que “los franceses deberían enseñar a su gente a respetar los sentimientos de otras personas”.
Irrespeto al profeta
La tensión entre el mundo musulmán y Francia se habría repotenciado a partir del asesinato de un profesor de historia en París por parte de un joven estudiante islámico.
El motivo habría sido un desagravio a la religión del Islam, ya que la víctima enseñó varias caricaturas del profeta Mahoma en una clase sobre Libertad de Expresión; una situación que es considerada una blasfemia.
Sobre este tema, el político malayo habría dicho que la libertad de expresión no incluye insultar a otras personas; y eso es lo que habría hecho el profesor de historia asesinado, el diario Charlie Hebdo y la posición del gobierno de Macron.
En este contexto, París ha potenciado una narrativa anti islámica que ha puesto en situación de sospecha a todas las personas que confiesan la fe musulmana.
